Apartado del mundo que le rodeaba estaba Owen, como quien no quiere la cosa, sentado en su preciosa mecedora de madera, decorada con serpientes de cascabel. Meciendose de alante a atrás. Miraba, ¿qué miraba? aun no tengo muy claro el que, sus ojos eran ciegos al igual que su excreción. Apartado del mundo real solo por ser diferente al resto. A mi eso me era indiferente, supongo que a él jamás le importó. Aunque que le iba a importar a él, era un niño perdido en un mundo de sueños e iluciones irreales. A mi desde luego que no me importaba lo que pensara del chico que no paraba de mirarlo, que pasaba todas las mañanas para ir a la escuela y todas las tardes al volver a casa. Fue un viernes, precisamente, cuando nos "conocimos". No se si seria más correcto decir que me conoció. Ese día se levanto de su mecedora-cosa que yo creía imposible-y se acerco, sin prisas pero sin pausas. Yo que ya estaba sorprendido, decidí quedarme para ver lo que hacía. Para mi sorpresa se dirigía hacia mi, iba tambaleándose pero por lo menos seguía de pie. Sus piernas parecían palillos y sus manos ramas que se balanceaban al son del viento. Cuando ya solo se encontraba a un par de metros sus pies dieron un paso en falso y sus manos se negaron a parar la caída. Yo preocupado me acerque, pero no había indicios de sufrimiento, ni si quiera de vida, a mi me resultaba exactamente igual que siempre, perdido en ese mundo que solo Dios sabe donde. Pero sin esperarmelo volvió a levantarse, con aquellas manos flácidas, que acabaron acogiendose a mi camisa.
-Sa_sa_sa_sa_saca_ca_came de_de_de a_a_a_aquí-dijo tartamudeando, con una voz que hubiese dejado de piedra al mismicimo diablo-lo de caminar ya me había sorprendido, pero lo de hablar me había dejado helado-.
Volvió a caer y quedo en estambay de nuevo. Y a mi que me parecía inumano dejarlo allí lo cogí como pude y lo lleve a su mecedora, lo tape con aquella manta color azul para irme a mi casa.
me ayudan a ponerle titilu a mi historia?¿ es que soy malisimo para los nombres. xd
ResponderEliminar