Vamos, levantate, coge fuerzas, no te quedes ahí parado, vamos, lucha, muevete ¿quieres? Responde, vete a salvarlo... Pero solo intentaba darme ánimos que nunca funcionaron, solo mi mente estaba vigente. Veía como aquella casa tan llena de telarañas desaparecía bajo mis pies al son del mismísimo infierno. Mi final, este es mi final ¿Acaso fue así? Aun no estoy seguro el recuerdo sigue siendo vago. Lo que encontraron bajo aquellos escombros fue a un muchacho con una bala en el pecho y unas cuantas fracturas por la suposición de estratos y un cadáver reciente. Ese cadáver, ese cuerpo sin vida, despojado de su alma de una manera cruel oculto bajo los escombros como si el destino lo repudiara; como si no le tuviera respeto; como si lo odiara.
Ese cuerpo, era el de mi hermano pequeño; Soon.
Al despertar en el hospital después de una intervención quirurjica, me dieron el pésame. Pero la culpa es mía y siempre seguirá siendo así y yo lo se.
Aun que ya han pasado unos cinco años la herida sigue abierta, profunda y punzante. Pero me encuentro vació desde entonces como si una parte de mi alma se hubiera ido con él, como si me hubiera arrancado una parte de mi. Ya nada me hace ilución, ya nada merece la pena. Es como si me hubiese muerto yo en vez de el.
No hay comentarios:
Publicar un comentario