lunes, 11 de julio de 2011

CREEP

Me arrastro porque no soy el ganador. Yo se que nunca fui perfecto, pero así son las cosas. Tú eras alguien especial para mí, pero ya no lo eres. Por eso me arrastro. Ahora lloro porque ya nada de esto es perfecto. Ahora es cuando el perdedor necesita ayuda para levantarse y poder echar a correr hacia algún lugar en el que no se tenga que arrastrar por personas como tú. Y es que ya no soy feliz queriendo ser alguien especial y perfecto para ti. Porque nada de esto me sirve de nada, simplemente ahora te toca a ti arrastrarte y pensar que tuviste lo que ahora ya nunca podrás tener. Alguien que se arrastre por gente como tú. Quizás yo sienta la necesidad de seguir arrastrándome, pero ya no me importa. Porque si ahora me arrastro lo haré por algo que merezca la pena. No voy a ensuciar mi smoking por algo tan simple como tú. Sé que soy un simple fracasado, pero soy uno con dignidad. Quizás estas lágrimas no lo demuestren pero son lágrimas de libertad. Y ahora déjame arrástrame hacia la felicidad.




Créeme cuando te digo que intente ayudarte, pero después de todo fuiste tú la que me ayudo a mí a comprender que ninguna vida vale más que la mía. Sé que esto es una manera de ver un tanto egoísta, pero ya me he arrastrado demasiado. Y es que ya no me llega el dinero para smokings. Aunque tú y yo ya no seamos compatibles, porque tenemos metas distintas. Tú quieres ser perfecta y yo quiero fabricar felicidad. Aunque tengamos "pequeñas" diferencias. Tú destrozas con tus manos todo lo que tocas y yo voy detrás recogiendo tú mierda. A pesar de eso incluso las personas como tú dejan un vacio en el cielo cuando se van, anda fíjate como las estrellas. Solo que tú no eres una de ellas. Tú eres de las personas que dejan marca cuando se van, como un perro cuando marca su territorio. ¿Me oyes? Espero que me oigas. Porque no pienso volver a repetirlo.

lunes, 4 de julio de 2011

El teemaneje del espíritu celeste- La matanza de lores

Didier salio del agua preguntándose el por qué de su acción, él podría simplemente haberse negado pero no pudo hacerlo. Sería verdad que todos los que se acercan a Lance acaban mal. "Chorradas es solo un niño, ¿qué puede hacer un simple niño?".


Didier con la velocidad de la luz, y no exagero cuando digo a la velocidad de la luz se seco y preparo la merienda.


-Aquí tiene su merienda amo.


-Lance. Que pesado eres. Por cierto tengo un mandato para ti Didier.


-De que se trata amo.


-Dígame lo que quiere y será llevado acabo enseguida.


-Quiero que mates a mis progenitores y a mi hermanastro.


-¿Como lo hago?-cuando en realidad lo que quería preguntar Didier era "A qué estas jugando".


En ese momento Didier se dio cuenta de que tenía que obedecer el mandato aunque no quisiera, las palabras y su cuerpo se movían por su propio peso.


-Quiero que sea lenta y dolorosamente, quiero oír sus gritos pero quiero que parezca una muerte natural. No hay necesidad de que sospechen ¿verdad?


-Entendido, amo.


-Ah, y otra cosa más.


-¿Si?


-Quiero ver como lo haces.

domingo, 3 de julio de 2011

El tejemaneje del espíritu celeste- Una peculiar forma de cazar.

"En estos momentos mi corazón late fuertemente, siento que mi pecho va a estallar con tanto latido. ¿Qué es esto? ¿Qué es este dolor punzante en mi pecho?"
-Amor.
-¿Como lo...?
-Simplemente lo se. A eso que sientes se le llama amor.
-No, a esto que yo siento se le llama molestia. El amor no es más que el juego de los débiles.
-Cómo puedes pensar de esa manera mi amo.
-Deja de llamarme así, Didier.
-Perdone mi insolencia señor pero tampoco quiere que lo llame mi protegido, entonces, ¿cómo he de llamarle?
-Por mi nombre, idiota.
-Lancelot.
Este hizo una pedorreta con su boca mirando a los ojos de aquel ángel caído.
-Usa mi diminutivo, Lance.
-Entendido mi amo de ahora en adelante lo llamaré Lance.
-Tuteame un poco ¿quieres? Es qué siempre eres así de seco.
-¿Tutearte?
- Si, trátame de tú no de usted.
-Lo siento mi señor pero no puedo hacer eso.
-Lance. ¿Y por qué no?
-Porque sería una falta de respeto hacia su persona.
Aquel viejo muchacho lo miro a los ojos con aire amenazador.
-Te lo ordeno.
Didier se hecho a reír.
-Perdone que se le lleve la contraria pero yo no soy su perro.
-PS. Pero eres mi mayordomo.
-Incorrecto, yo no estoy aquí para aprender de usted ni mucho menos para ser su esclavo, estoy aquí porque es usted el que necesita aprender a amar y olvidar la venganza y el odio que tiene dentro. Pero para ello necesito una tapadera ¿no cree?, y la mejor manera de estar con usted todo el tiempo y protegerlo es ejercer como su mayordomo. Luego como estoy en este trabajo por su bien y por pura libertad puedo repudiar algunas ordenes que afecten a la personalidad de mi ser.
-¿Leíste bien tú contrato?
-De arriba a abajo mi señor.
-Pues se te olvido leer la letra pequeña.
-Y a usted la tinta invisible.
-Que ángel mas tramposo.
-Que amo tan egocéntrico.
-Idiota-dijo Lancelot por lo bajo.Pensó durante unos segundos. En los cuales comenzó a manifestarse una pícara sonrisa.- Es decir que si yo te pido que te lances a la piscina con ropa tienes que hacerlo, ya que esta acción no afecta a tú personalidad.
Didier con cara de asombro y una alarmada fascinación contesto:
-Si, mi amo. Pero como...
-Porque los ángeles sois débiles, y ahora al agua.
Mientras el mayordomo blasfemaba al dichoso contrato que había firmado, supo reconocer que el niño le había ganado la partida. Ahora él sería su esclavo hasta que la muerte los separara o hasta que le diera la libertad, cosa que Didier sabía con certeza que no sucedería jamás."Estúpido contrato sino lo hubiese firmado no estaría aquí atado"
Mientras el inocente mayordomo se tiraba al agua Lancelot empezó a reírse.
-Eso te pasa por tramposo. Y ahora vete a preparar la merienda que tengo hambre.
Y con una gesticulación de manos se despidió de Didier para "atender asuntos más importantes que seguir atormentando al pobre mayordomo".