lunes, 4 de julio de 2011

El teemaneje del espíritu celeste- La matanza de lores

Didier salio del agua preguntándose el por qué de su acción, él podría simplemente haberse negado pero no pudo hacerlo. Sería verdad que todos los que se acercan a Lance acaban mal. "Chorradas es solo un niño, ¿qué puede hacer un simple niño?".


Didier con la velocidad de la luz, y no exagero cuando digo a la velocidad de la luz se seco y preparo la merienda.


-Aquí tiene su merienda amo.


-Lance. Que pesado eres. Por cierto tengo un mandato para ti Didier.


-De que se trata amo.


-Dígame lo que quiere y será llevado acabo enseguida.


-Quiero que mates a mis progenitores y a mi hermanastro.


-¿Como lo hago?-cuando en realidad lo que quería preguntar Didier era "A qué estas jugando".


En ese momento Didier se dio cuenta de que tenía que obedecer el mandato aunque no quisiera, las palabras y su cuerpo se movían por su propio peso.


-Quiero que sea lenta y dolorosamente, quiero oír sus gritos pero quiero que parezca una muerte natural. No hay necesidad de que sospechen ¿verdad?


-Entendido, amo.


-Ah, y otra cosa más.


-¿Si?


-Quiero ver como lo haces.

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