-¡TE HA QUEDADO CLARO!
-Transparente- conteste conmovido, por el dolor que corría al viejo carcamal, debido a sus hachas de guerra.
-Pues me imagino que harás lo que te pido sucia rata callejera.-Seguía dando voces pero el sabia que en una casa de campo muy pocos te iban a oír, si es que con suerte te oía alguien.- Como no lleves acabo el trabajo, te daré tu merecida azotaina.
-Sí, señor- yo respondía con aire militar, evitaba a toda costa mirarlo a la cara. Aunque él tenía de señor lo que yo de príncipe.
-Mírame a la cara gilipoyas, mírame, préstame atención, sé un hombre y mírame a los ojos cagueta, porque solo te lo voy a decir una vez más: Lo quiero muerto, en un mausoleo, en un sepulcro por mí como si es en una fosa común. Quiero ver a ese felón mamón muerto ¿me entiendes? La próxima vez que lo vea quiero que sea en su funeral, quiero ver como lo entierran en una tumba o como lo incineran, pero lo quiero muerto. Ya te he dado demasiadas oportunidades, esta es la última. Porque si te has convertido en un blando eso lo arreglo yo con una soberana paliza.-Se paro unos segundos, el viejo necesitaba coger aire.- Eso te lo aseguro yo a ti felpa de mierda.
-Pero...-intentaba poner algunas cartas a mi favor, pero era imposible razonar con él.
-Pe...Pe...pe...pe...pero. Ni peros ni leche en vinagre, sabes que sin mi te estarías pudriendo en una esquina pidiendo limosnas que no llegan. Así que ya estas moviendo tus puñeteras posaderas a donde quiera que esté, para darle su merecido, al judas. Tienes un plazo de siete días sino vete organizando tu funeral.
-Sí, señor-no podía creerme que no tuviera corazón, siempre había pensado que algún día su corazón se mostraría débil con alguien. Pero no, no era así, él era un hijo de puta, y de primera.
-Sí, señor-yo no era capaz de mirarle a los ojos, con los años aquellos se habían vuelto déspotas y viles.
-¡MARICONA! ¿CUÁNTAS VECES TE HE DICHO QUE ME MIRES A LOS OJOS? ¿CUÁNTAS? ¿ES QUE ACASO OSAS DESAFIARME?-gritó mientras me empujaba al suelo. Se levanto como pudo, y a sabiendas de que yo no me levantaría hasta que él lo ordenará. Me quede apoyado de el suelo mientras este se acercaba.- Pero mira que acongojada esta la maricona- esto último lo dijo mientras se agachaba entonando la última palabra con rabia mientras el puro que llevaba en la mano se acercaba a mí.
Yo intente defenderme pero este me propino un puñetazo en el costado y apago su puro en mi ojo izquierdo. Aun que fuera viejo y sus movimientos flemáticos, si te alcanzaba te daba con el ímpetu de un toro al ver una bandera roja. Todavía recuerdo aquello, ese día me cague en todos los antepasados del carcamal y me guarde el dolor para mí, ya que sabía que si oía un solo gemido no dudaría en seguir propinando puñetazos. Mientras este se iba y cerraba de un portazo, yo me retorcía de dolor esperando que los pequeños gemidos que yo soltaba no salieran de aquella habitación.
¿Mi premio? Dos costillas rotas y la pérdida de vista en el ojo izquierdo.
:O...me encanta tu frase `` con el ímpetu de un toro al ver una bandera roja´´ ...pobrecillo me pregunto quien será
ResponderEliminarComo escribió Alexis Rabelo en su blog "Ceremonias"(no literalmente):Puedes cojerlo para tu blog; en papel, ni se te ocurra.
ResponderEliminarxd
que ni se me ocurra el qué??... alguna vez lo copiaré y abajo pondré una nota que dirá : frase por el chico de toboe
ResponderEliminarBueno para que lo pongas más completo me llamo Ethan Geert(o ese es el nombre artístico que me quiero poner)xd
ResponderEliminarjajja ok ethan geert que inglés , me gusta, me gusta
ResponderEliminarA ver si consigo que le guste a mas gente tanto el como las historias(porcierto Ethan si es inglés, Geert en un nombre alemán, que a mi personalmente me gustaba como apellido)
ResponderEliminar