-Tú viste el cuatro por cuatro que acaba de salir del bar, pues ese desgraciado la a cogido por el brazo y se ha puesto a dar voces. Y para rematar la faena la a amenazado.
-Bueno, pues que se busque un hotel. O sin tan preocupado estas por ella llevatela a tu casa...
-Es que aquí no cuenta mi opinión, te estoy diciendo que solo estaba un poco nervioso y ya esta. No pasa absolutamente nada.- dijo la pelirroja.
-Oh, no, esa mirada no me gusta nada.- le dije a Sam, al que se le acababa de encender la bombilla.
-Venga tío, no seas así que esta noche he quedado.
La chica nos miraba como si fuéramos dos pirados que acababan de descubrir que el fuego quema.
-Me importa un huevo que hallas quedado, es tu camarera, tu empleada por lo tanto tu problema. Así que en tu casa.
-Tienes cama y sofá que te cuesta, por fa please.
-A mi no me pongas esos ojitos tiernos, por que nunca te a funcionado ahora tampoco.
-Ey, que sigo viva. Bueno yo me marcho.
-Pues venga a tu casa entonces- dijo Sam empujándonos fuera del local- No se permiten quejas.-dijo mientras nos cerraba la puerta en las narices.-Por cierto como le pase algo a ti se te cae el pelo, chavalin.
La verdad es que cada vez me salen más cortas las entradas. Espero que eso sea bueno xd.
ResponderEliminar