lunes, 28 de febrero de 2011

La nueva camarera

-Sam, ¿quien es aquella chica de allí? La de ojos claros.-le susurre.
-¿Cuál, la pelirrojo de allí?- dijo devolviéndome el susurro.
-Si.
-¿Por qué lo quieres saber, pillín?-dijo en tono burlesco
Creeo que en eso momento fue la primera vez que mire a una persona con tanto desprecio.
-Vale chico ya lo pillo no hace falta que te pongas así.- dijo riéndose.-No conseguirás que te dirija una palabra más allá de los pedidos.
-Y por que crees que te lo pregunto a ti merluzo.
-No le faltes el respeto a tus mayores.
-Seras un carcamal, pero tienes la misma mentalidad que un saco de chupas.
-No, ahora enserio, esa chica de allí no es nada sociable. Es simpática pero cuando le tocas las narices te mira y te habla de una manera que parece el mismísimo diablo.
-Vamos a ver te he pedido el nombre no su biografía.
-Ya pero es que...
-No me jodas que la has contratado por todo el morro.
-¡No! Yo jamás haría eso, soy responsable.
-A si, defineme responsable.
-El caso es que ella quiere que sea confidencial. No quiere que nadie sepa nada de ella si no es estrictamente necesario. ¿Raro, eh?
-Haber empezado por ahí imbécil, idiota, majadero, memo, mentecato, necio, retrasado...
-Vale, vale ya me ha quedado claro.
Me termine de un trago el café y me levante.
-Hey a dónde vas.
-A preguntárselo.

lunes, 31 de enero de 2011

Creetelo

Creeme cuando te digo que no mereces la pena.Que no merece la pena perder media vida intentando amarte. Que no merece la pena intentar que me creas cuando te hablo. Que no merece la pena intentar que me mires a los ojos y contestes con sinceridad. Y no merece la pena por que no existes, eres producto de una imaginación recóndita. Eres únicamente lo que mi mente prefiere, pero a la vez no eres mas que un simple espejismo. Un sueño inalcanzable. Quieres ocupar un lugar en mi corazón, pero no hay hueco para un amor sin vida. Crees que lo tienes todo pero en realidad no posees nada. Estas tan vació como una botella sin agua. Quieres salvarme pero lo único que haces es hundirme.Prefieres ser un héroe pero la verdad es que los villanos molan mucho mas.

jueves, 13 de enero de 2011

La presa y el fugitivo

¿Qué cómo esta hecho el mundo? No me cabe ninguna duda de que muy mal hecho. Cuando menos te lo esperas siempre te atacan con mentiras y puñaladas por la espalda. Tu cuerpo se siente abatido, tu alma abandona toda esperanza, tú te sientes como la presa y él como un fugitivo.
Él llega a pensar que tu eres ese trofeo de oro en paño guardado en la típica vitrina. Solo que esta vez no hay ni vitrina, ni trofeo, solo el recuerdo de algo solido y tangible. La presa lo recordara como un trauma para toda la vida, y el fugitivo como la mejor victoria de su vida. En cualquier caso ¿quien quiere ser la presa? Pues si así es, NADIE quiere serlo.

sábado, 8 de enero de 2011

Apartado del mundo que le rodeaba estaba Owen, como quien no quiere la cosa, sentado en su preciosa mecedora de madera, decorada con serpientes de cascabel. Meciendose de alante a atrás. Miraba, ¿qué miraba? aun no tengo muy claro el que, sus ojos eran ciegos al igual que su excreción. Apartado del mundo real solo por ser diferente al resto. A mi eso me era indiferente, supongo que a él jamás le importó. Aunque que le iba a importar a él, era un niño perdido en un mundo de sueños e iluciones irreales. A mi desde luego que no me importaba lo que pensara del chico que no paraba de mirarlo, que pasaba todas las mañanas para ir a la escuela y todas las tardes al volver a casa. Fue un viernes, precisamente, cuando nos "conocimos". No se si seria más correcto decir que me conoció. Ese día se levanto de su mecedora-cosa que yo creía imposible-y se acerco, sin prisas pero sin pausas. Yo que ya estaba sorprendido, decidí quedarme para ver lo que hacía. Para mi sorpresa se dirigía hacia mi, iba tambaleándose pero por lo menos seguía de pie. Sus piernas parecían palillos y sus manos ramas que se balanceaban al son del viento. Cuando ya solo se encontraba a un par de metros sus pies dieron un paso en falso y sus manos se negaron a parar la caída. Yo preocupado me acerque, pero no había indicios de sufrimiento, ni si quiera de vida, a mi me resultaba exactamente igual que siempre, perdido en ese mundo que solo Dios sabe donde. Pero sin esperarmelo volvió a levantarse, con aquellas manos flácidas, que acabaron acogiendose a mi camisa.
-Sa_sa_sa_sa_saca_ca_came de_de_de a_a_a_aquí-dijo tartamudeando, con una voz que hubiese dejado de piedra al mismicimo diablo-lo de caminar ya me había sorprendido, pero lo de hablar me había dejado helado-.
Volvió a caer y quedo en estambay de nuevo. Y a mi que me parecía inumano dejarlo allí lo cogí como pude y lo lleve a su mecedora, lo tape con aquella manta color azul para irme a mi casa.

Como imaginarlo

Su perfume, chanel de fresas; su color, azul cielo, su postre; helado de turrón; su deporte; cualquiera que implicara: imaginar, pensar, mojarse, hablar, inventar, escribir y/o escuchar; sus días favoritos son los de invierno; su animal; el gato, su signo, Géminis; su hobbies, la colección de momentos felices...
Como imaginarme que aquella chica al caminar bajo la coreografía de sus pies, desprendería ese atractivo olor a fresas, como imaginar que el aire acariciaría su preciosa melena de color cobrizo, como imaginar que aquellas facciones tan finas fueran como la plata de elegante, como imaginar que sus ojos grises como perlas pero brillantes y despampanantes como los diamantes, serían como un pozo sin fondo, como imaginarme que su piel sería tan fría y pálida como el hielo pero tan suave y delicada como el cristal; como imaginarme que algún día la conocería de verdad.
Emily, su nombre era Emily. Llegamos a conocernos gracias a una pulsera, aun suena ridículo pero gracias a eso supe su verdadero nombre. Ya no era la chica de ojos de gato, ahora era Emily.
La pulsera rodo y rodo hasta caer a sus pies, la chica de los ojos de gato se agacho con mucha clase y con una tierna mirada me la devolvió. Yo que para entonces siempre había deseado verla más de cerca no supe responder a aquella mirada. Su mano fina y delicada estaba extendida agarrando con fuerza aquella pulsera que muy pronto se convertiría en mi posesión mas preciada.
-¿Hola, hay alguien ahí?-dijo con una dulce voz sonriendo y enseñando sus preciosos diamantes. Su mano agarro la mía y, con delicadeza, coloco la pulsera en su lugar de origen.
Mi respuesta, aun no sé muy bien que respond, porque lo único que deje atrás fue la cara de bobo que se me quedo. Al atardecer de ese mismo día, la chica coincidió conmigo en la salida y resulto ser que aunque no me lo esperaba, ese día tenía que irme temprano a casa; coincidimos también en la parada de guagua y allí es donde verdaderamente nos conocimos.
-Estas mejor me imagino.- dijo con una voz tierna y cariñosa, mirándome fijamente a los ojos.
-Eh- yo que pensé que ya me había pillado mirándola, pero en realidad solo tenía curiosidad por conocerme. No pude mantener la mirada, era muy bonita para ser cierto, además me sentía avergonzado y eso.
-Digo que ya te encontraras mejor.
Entonces caí a lo que se refería.
-Es que no me lo esperaba, la verdad- dije ofreciéndole una franca sonrisa, a la que le correspondió otra sincera sonrisa.
-O, casi se me olvida, yo me llamo Emily ¿y tú?
-Noé.
A partir de ahí todo fue más fácil empezábamos a hablar de música, libros, gustos... Y a medida que el tiempo fue pasando, se acercaba la hora de irse y con ella el quinto cielo. Después decidí irme todos los días temprano a casa con ella, cuando pasaron casi cuatro años, estaba más enamorado que nunca; lo malo es que ella no lo sabía o eso pensaba yo. Y aquel día, era el día en que me iba a armar de valor, para decirle lo mucho que la quería y la querré. Pero cuando por fin estuve delante, las palabras no me salieron.
-Emily, yo... esto... quería que... yo... solo quería...
Pero al parecer ella lo comprendió, y en lugar de dejar que me siguiera humillando, se tiro a mis brazos y me beso con delicadeza pero con fuerza. Y al levantarse yo la agarre y la volví a besar, porque yo no quería que ese momento acabara nunca. Por un segundo pensé que todo aquello era un sueño, pero si era así yo no quería despertar.
Como imaginarme que después de aquello duraríamos para siempre, hasta que la muerte hizo una llamada a nuestra puerta y ella pereció por un infarto, antes de que, incluso tuviéramos hijos.
Y ahora yo soy el que le va a poner un punto a esta historia. Poseo el jarrón donde se encuentran las cenizas de mi amada, y estoy al pie de un acantilado, con rocas puntiagudas al final pero con una hermosa vista. ¿Cómo crees que terminara la historia? ¿Qué harías tú en mi lugar?

domingo, 2 de enero de 2011

Contempla las nubes Gael

Contempla las nubes Gael, dentro de poco se convertirán en un mero recuerdo. Puede que estén en libertad, pero su avaricia es la que las corrompe y al mismo tiempo las corroe por dentro. Cuando se enfadan explotan en truenos y relámpagos poniéndose grises como si de un mal augurio se tratase. Y cuando están tristes sueltan lágrimas en forma de gotas, que pueden ser tan frías como una puñalada trapera. Si su tristeza es falsa sus lágrimas caen o bien en forma de nieve o en forma de granizo. Pero cuando están felices se ponen de un rosado amarillento recubriendo el cielo de alegría, que es la que marca el final del día y el comienzo de una maravillosa noche estrellada. Pero tú, mi querido amigo, eres totalmente distinto a ellas, eres como las estrellas, tímidas y arrogantes, difíciles de impresionar, deslumbrantes hasta la medula, de gran confianza y que siempre están ahí para escucharte, pero que cuando desaparecen dejan un espacio en blanco. Y en estos momentos tu ausencia es la que está sentada junto a mí. Sé que a mis palabras se las llevara el viento, pero aun me queda la esperanza de que tú puedas oírlas.

sábado, 1 de enero de 2011

El paraiso

Estábamos allí, juntos, corriendo como posesos para salvar nuestras vidas de una encerrona. Pero por lo menos estábamos juntos, era nuestro tiempo, y eso nadie podría cambiarlo. Con las manos llenas corríamos a través de los callejones oscuros, tan suspicaces como un ave rapaz que acecha a su presa. Saltando muros y vallas, corriendo de aquí para allá. Pero eso no tardaría mucho en acabarse y yo lo sabía, ella también pero es que no nos quedaba de otra.

-Ayan, estas bien. Oye responde. Ven sientate aquí.

Las cosas que mis manos oprimían contra mi pecho habían caído como el granizo desde la altura, probocando leves rasguños al suelo. Cada vez me costaba más respirar y llenar mis pulmones de oxígeno, era como si me estuviese hundiendo en una piscina sin fondo, y nadie pudiera ayudarme. Mi boca comenzaba a secarse como las gotas de lluvia ante el sol, y lo poco que me quedaba de aire salia disparado hacia la libertad, en forma de tos.

-Tranquilo calma, no pasa nada. Toma el inhalador.-decía sin perder la calma. Lian, era siempre tan amable, tan serena, ella era mi ángel, mi ángel de la guarda. Era una hermosura en toda regla. Con su pelo rubio ceniza ondeando en su nuca, sus ojos verde esperanza, su piel pálida,fría y suave que parecía tan frágil como la porcelana.- Respira, suspira, respira,suspira... Eso es muy bien.

Era reconfortante el volver a respirar. Y que pasado el ataque ver que ella seguía a mi lado, mirándome con esos preciosos soles.

-Sería mejor que no corrieras más, si siguen dándote estos ataques puede que tu salud empeore.-dijo poniéndose algo triste.

-No me importa.

-Pero a mi si.

Sentí que cada letra de esa frase penetraba en mi como una flecha que va directa a su objetivo, aquella frase fue el empujón que yo necesitaba para estar seguro de que ella nunca me abandonaría. Le cogí de aquellas manos tan frías y temblorosas, con un leve tirón la acerque a mi pecho y la abrace mientras ella soltaba alguna que otra lágrima. Cuando se hubo calmado, puse con suavidad su cara frente a la mía y con una ternura tímida, la bese. En aquel momento yo me encontraba en el quinto cielo, por fin me había atrevido. Hubo un momento en que llegue a pensar que me odiaría por ello, pero ocurrió todo lo contrario, sus labios me correspondieron.

Y es que para mi la búsqueda del paraíso ya había terminado.

martes, 28 de diciembre de 2010

Muerto al son del fuego

Vamos, levantate, coge fuerzas, no te quedes ahí parado, vamos, lucha, muevete ¿quieres? Responde, vete a salvarlo... Pero solo intentaba darme ánimos que nunca funcionaron, solo mi mente estaba vigente. Veía como aquella casa tan llena de telarañas desaparecía bajo mis pies al son del mismísimo infierno. Mi final, este es mi final ¿Acaso fue así? Aun no estoy seguro el recuerdo sigue siendo vago. Lo que encontraron bajo aquellos escombros fue a un muchacho con una bala en el pecho y unas cuantas fracturas por la suposición de estratos y un cadáver reciente. Ese cadáver, ese cuerpo sin vida, despojado de su alma de una manera cruel oculto bajo los escombros como si el destino lo repudiara; como si no le tuviera respeto; como si lo odiara.
Ese cuerpo, era el de mi hermano pequeño; Soon.
Al despertar en el hospital después de una intervención quirurjica, me dieron el pésame. Pero la culpa es mía y siempre seguirá siendo así y yo lo se.
Aun que ya han pasado unos cinco años la herida sigue abierta, profunda y punzante. Pero me encuentro vació desde entonces como si una parte de mi alma se hubiera ido con él, como si me hubiera arrancado una parte de mi. Ya nada me hace ilución, ya nada merece la pena. Es como si me hubiese muerto yo en vez de el.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Maggie, se llamaba Maggie

Postrada en la cama, tan blanca como como una nube de sabanas blancas, apagandose como una vela al son del tiempo. En la que cada minuto, cada segundo cada... milésima, sus ojos iban perdiendo su brillantez. Para un niño de ocho años, fue como si, no encajara, como si la vida quisiera arrebatármela, ella era mi madre. ¡Mi madre!
No podía irse, no podía dejarme, ella...Lo era todo, era la única que me quería, que me ayudaba, que ... Me protegía. Yo, con el tiempo me fui combirtiendo en un ratero, robando lo que podía, por que, ella, era mi madre, se lo merecía todo, yo, le debía la vida. Al llegar a casa le mentía con que me lo habían dado un par de monjas, o que me lo había encontrado... Pero ella debía de imaginarse, lo que estaba sucediendo, uno no se encuentra comida todos los días. Una noche de verano, dio sus últimos alaridos. Recuerdo que, a pesar de ser verano, fue la noche mas fría de mi vida, mi cuerpo no respondió por un instante; pero lo peor de todo es que, me mantuve en calma, no solté ni una lágrima, ningún llanto, simplemente me levante, le cerré los ojos, y le dije: "Descansa empaz, Maggie"

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Las heridas que no se ven son las más profundas (otra frace de William Shakespeare)

Cada palabra, cada gesto, cada mirada, esa mirada angustiada y agonizante, ese miedo indispensable que le corroía por dentro y su soledad que cada vez se adueñaba mas de él. Aunque siguiera negándolo, aquí todos eramos de la misma calaña, lo único que nos distinguía era parte de nuestra historia, veces más triste y otras no tanto. Yo intentaba ayudarlo, deberás, pero él no se dejaba, yo sabía que estaba evadido por el miedo de no volver, por la angustia de no respirar aire puro y la soledad que se ha creado él con su propia desconfianza. Aunque por esto último no lo culpo. Me preguntaba ¿cuál seria la historia de aquel muchacho?, ¿qué debió de vivir para volverse tan cerrado al mundo? Pero cada vez que intentaba razonar con el me daba la espalda y siempre que intento ayudarle se pone a la defensiva. Y es que: Las heridas que no se ven son las más profundas.

lunes, 20 de diciembre de 2010

El amor nace, vive y muere en los ojos (frace hecha por William Shakespeare)

Me encantaría escribirte mil canciones, dos mil poemas, tres mil historias... Contártelas toda. Decirte lo que significas el vuelco que le distes a mi vida, el significado de cada uno de tus saludos, de tus gestos, de cada mirada.. Verte todos los días y pensar que no estoy pirado. Quiero dormir y soñar contigo el resto de mi vida. Desearía ponerme a tu lado y contar cada uno de tus rizos, escuchar cada una de tus palabras, ver esos preciosos ojos verde esmeralda nada mas despertar, ver que en tu cara siempre se dibuja una sonrisa, ver la coreografía de tus pies todos los días... Me encantaría compartir mi vida contigo, perderme en la espiral de tus días, oír de tus labios un "Te quiero", oírte cantar a dos velas, cenar todas las noches a la luz de la luna, que cada milésima de segundo este dedicada para nosotros y solo nosotros... Me encantaría tanto que si me dieran un céntimo por cada vez que pensara en ti ya seria millonario.

martes, 5 de octubre de 2010

Tell me something that I don´t know

Cuántas veces empañamos, de gris el sentido de la vida. Sin si quiera tener sentido, lo hacemos. Nos empeñamos en decir que todo es un juego; o que la vida sigue. ¿Pero es que acaso; algo tiene sentido?. Quizás, por ambición, o tal vez, por deseo; perdemos la vida de tal forma, que pasa rápido ante nuestros ojos. Se suele decir que solo se vive una vez. ¿Pero acaso es cierto? En todo caso, esto sería un cuento sin palabras.Y yo el personaje sin dueño.

martes, 28 de septiembre de 2010

Algo

Creer no es lo mismo que pensar, escapar no es lo mismo que huir y vivir no es lo mismo que esxistir. Son cuestiones que se aprenden, ley de vida. Lástima que lo aprendiera tarde. Creía que todo era falso. Tan solo por el hecho de que lo pensé una vez eso se convirtió en mi realidad, intente escapar de mi propia mente pero solo huía dando vueltas en círculos, y termino por alcanzarme. Mi vida se esfumo como la pólvora, pero el hecho de mi existencia no cambio, mi mente seguía torturándome. Y mientras yo seguía dando vueltas en círculos, la gente se cuestionaba lo que yo me cuestione hace tiempo. Y en lo que me equivoque en todas las respuestas.

“Siempre que la vida te sonría disfruta del momento por que el presente es un regalo que no todo el mundo posee” palabras que no entendí en su momento pero que ahora tienen sentido. Asumí que mi vida era perfecta tal y como era pero empecé a preguntarme cuál era la realidad del asunto. Empecé a pensar en mi futuro a planear mis ilusiones, SOÑAR, básicamente. Pensé en el pasado, cosas que ahora marcarían mis futuras ensoñaciones. Y me quede perdido en ese mundo de ilusiones. Intente escapar diciendo me que todo era falso pero ¿acaso lo era? Mis intentos fueron en vano. Quede atrapado en la espiral de mi propio sueño. Los días pasaban y mi vida se fue marchitando en el mismo rincon de siempre y de la misma manera que siempre, pero ahora es demasiado tarde el tiempo que perdí no lo recuperare jamás.