martes, 10 de mayo de 2011
El copo de nieve que no queria serlo- Después de la tormenta nunca vino la calma.
-¿A dónde vas?
-A casa de copito de nieve, los coches de policía se dirigen hacía allí.
-Espera voy contigo.
-No hace falta iré con Deam.
-Ten cuidado.
-Ok.
No me hizo falta ni llamar a la puerta Deam ya estaba fuera.
-Al final y todo te va a caer bien copo de nieve.
-No te flipes salí porque sabía que tú irías y no quería dejarte ir sola.
-Ya claro lo que tú digas. Venga vamos, quien llegue el último es un unihuevo chupapedos.
-Cada día algo nuevo. Ayer que era ¿ engendro mal nacido en forma de moco toxico?
-Claro, que sentido tendría si siempre dijera lo mismo. Sería aburrido.
Corrimos hasta la casa de copo de nieve, pero no nos dejaron acercarnos a la casa. Se había convertido en un área restringida; un par de minutos después salían camillas con enormes bolsas negras. Pensé, "No puede ser, copo de nieve no puede estar en una de esas bolsas. No me lo creo". Las lágrimas empezaban a caer por mi rostro y empecé a rezar porque él ni sus padres estuvieran dentro. Pero ya habían salido dos camillas y comencé a pensar que dentro de poco saldría una tercera.
¿Qué posibilidades había de que no fueran ellos? Una entre un millón.
-NO. NO SE LOS LLEVEN. TIENE QUE HABER UN ERROR, VUELVANLO A COMPROVAR, TIENEN QUE ESTAR VIVOS. DEVUELVANMELOS LADRONES, MISERABLES CANALLAS- gritaba copo de nieve frenéticamente, por un momento me alegre de que siguiera(por lo menos, él vivo). Él seguía pidiendo que lo revisaran que miraran de nuevo porque sus padres no podían haber muerto. Calló al suelo, y ya no pude más, salte la cinta amarilla y corrí hacia él.
-Mirame, mirame... Tranquilizate ¿vale?
Él se aferro a mi y empezó a llorar, no se si fue por que no se podía levantar o porque realmente necesitaba ese abrazo. Yo le acariciaba la cabeza mientras él seguía llorando. Pensaba en que decirle de verdad pero no se me ocurría nada a si que supuse que sería mejor no decir absolutamente nada.
lunes, 9 de mayo de 2011
El copo de nieve que no queria serlo- Como dijo que si
-Hola copo de nieve.
-Hola, Mandy y Billy.
-No me llamo Mandy y él no se llama Billy.
-Y yo no me llamo copo de nieve.
-Ps, tonterías. ¿Quieres jugar con...?
-¿Qué haces ahí? Entra en casa que te vas a poner malo. Pero mira como vas vestido.- decía una mujer que salia de la puerta hacia fuera.-¿Y quienes son estos angelitos cielo?, ¿son tus amigos?.
-Algo así.
-Venga vamos a casa. ¿Quieren entrar a jugar ustedes también?
Yo accedí, a Deam no le pareció buena idea pero aun así entro. ¿Por qué? Simplemente porque era mi guardaspaldas.
-Por cierto señora no somos angelitos; somos niños.- le dije.
-A de verdad, pensé que lo erais por las alas blancas que tenéis detrás.- ambos picamos como tontos y miramos a nuestras espaldas. Obviamente no vimos alas, vimos un paisaje cubierto de nieve.- Vamos no me digáis que no las ven, pero si son enormes.
-No señora lo unico que hay es nieve.
-Pequeña no sabías que hay que tener la vista en el cielo, pero eso si los pies en el suelo.
A partir de entonces íbamos todos los días por la tarde a esa casa, hiciera frío o calor, lloviera o nevase. En innumerables ocasiones aquel chico se ponía enfermo, con frecuencia sangraba por la nariz, había veces en las que ni si quiera podía levantarse de la cama, no comía casi nada, veces teníamos que entrar a la habitación que estaba totalmente cellada y oscura sin poder encender ninguna luz porque padecía de migrañas. Recuerdo aquello porque aunque pareciera tiste el pensar que su vela se apagaba y se encendía a cada momento, siempre pero siempre sonreía. Y lo más curioso es que nunca me hizo falta saber su nombre ni a él los nuestros para pasarlo bien, ni para cuidarnos como si fuéramos familia. Cierto es que Deam nunca hablo con aquella gente y cierto es que nunca y jamás de los jamases le caería bien.
domingo, 8 de mayo de 2011
La nueva camarera 9
-ESTAS LOCA, QUE COÑO LE HAS HECHO. TE FUISTE A LA PLAYA Y SE BAÑARON JUNTAS, SUBIERON UNA MONTAÑA PARA REVOLCARSE EN EL BARRO Y SE TIRARON LADERA ABAJO. PERO QUE... MIRA ESTO HAS MANDADO A LA MIERDA LA CHAPA, ESTA OXIDADA,LA PINTURA, ESTA RAYADA, Y ESTA LLENA DE ABOLLADURAS POR TODAS PARTES. EL TUBO DE ESCAPE YA NI SIQUIERA PARECE UN TUBO DE ESCAPA. !!¿QUÉ LE HAS HECHO?¡¡ ESTA MÁS AMORFA QUE EL DITTO DE POKEMON.
Ella me miro y por lo visto le pareció gracioso porque empezó a reírse.
-TE PARECE GRACIOSO, ES QUE ACASO TE PARECE GRACIOSO HABERME DESTROZADO LA MOTO. TE DIJE QUE TUVIERAS CUIDADO QUE NO QUERÍA QUE LE HICIERAS NINGÚN RASGUÑO...
-Uno no le he hecho ningún rasguño, simplemente la he destrozado y dos a culpa es tuya por dejármela. Además tú me pediste que la cuidara pero yo no te dije que lo haría. Como conclusión, esto es culpa tuya- dijo señalando a la harley. Y zanjado el tema (según ella, porque para mi esto no era sino el comienzo de la guerra), se largo dentro del bar.
jueves, 5 de mayo de 2011
El copo de nieve que no queria serlo - ¿Por qué no quererlo? Porque es diferente, ¿y eso qué tiene de malo?
Deam iba diciendo por el camino que aquel niño tenía algo raro.
-Es que acaso los copitos de nieve te parecen raros.
-Él no es un copito de nieve.
-Pero lo admitió así que a mi me vale.
-No lo es.
-A no y porque solo sale en invierno, cuando los copitos de nieve caen del cielo.
-No lo es.
-Que si.
-Que no.
-Si.
-No.
-Si.
-No.
-Si.
-Si.
-Ves lo que yo decía un copo de nieve.
Deam me miro boquiavierto.
-Cierra la boca que te van a entrar moscas.
-Por qué contigo no funciona.
-Porque soy más lista que tú.
-Mentira.
-Verdad.
-Hiciste trampas.
-Como voy ha hacer trampas zoquete.
Aquel día nos lo pasamos discutiendo; llegamos a la casa de Deam (hoy me quedaba yo a dormir) y la madre nos puso en una esquina de la habitación a cada uno. Fue muy gracioso porque lanzábamos muecas de una esquina a otra, hasta que nos dormimos.
martes, 3 de mayo de 2011
El copo de nieve que no queria serlo
-¿Qué pradera?
-Shhh, eso es un secreto.
-Tengan cuidado, no hablen con desconocidos...
-No pasa nada mami, tengo a Deam.
-Aún así cuidado.
-A sus ordenes mi sargento.
Aquel mismo invierno fuimos a la casa de la pradera por tercera vez y por tercera vez vimos a aquel chico de pelo blanco, piel tan pálida o más que la nieve y ojos azul eléctrico. Estábamos en invierno pero él parecía no darse cuenta, porque siempre estaba con ropa de verano y pies descalzos. Yo aun era una niña algo extrovertida y aquel mismo día no pude aguantar el ir a hablar con él. Deam me acompañaba pero nunca le dirigió la palabra.
-Hola.
-Hola.-su voz sonaba algo triste.
-¿Estas triste?
-No.
-Entonces, ¿por qué lloras?¿es por qué tienes frió?
-No.
-¿Por qué te han metido en la lavadora y te has quedado sin color?
Recuerdo que su expresión cambio radicalmente, por un momento pensé que estaba apunto de morirse pero de repente empezó a reírse a grandes carcajadas. Y esta vez lloraba, si, pero de la risa.
-Cuanta imaginación para tan poca cosa.
-A quién llamas tú poca cosa, yo ya tengo ocho años. Ya soy grande, copo de nieve.
-¿Cómo que copo de nieve? No soy un copo de nieve, no soy redondo.
-Pero eres blanco.
-Y tú también.
-Pero tú más.
-No soy un copo de nieve.
-Si.
-No.
-Si.
-No.
-Si.
-No.
-No.
-Si.
-Ves que si eres un copo de nieve, a mi no me la das con queso. Tú eres un copo de nieve caído del cielo.
-Pos vale seré un copo de nieve.
-¿Copo de nieve, quieres ser nuestro amigo?
-Que remedio- dijo encogiendose de hombros.-Pero no me llamo copo de nieve.
-Los copos de nieve siguen siendo copos de nieve, a si que te llamas copo de nieve.
-A si pues ahora te voy a ignorar.
-Pues venga adelante, total los copos de nieve no hablan.-dije dandome la vuelta- Vamos Deam.
Nosotros nos íbamos a seguir jugando con la nieve mientras aquel niño nos miraba riéndose a carcajadas como si disfrutara con solo vernos jugar.
sábado, 30 de abril de 2011
Un pacto con el diablo
-Lo estoy, más que nunca.
-Por qué tendría que pagar por algo que no ha hecho.
-Porque esto se trata de un juego, un dulce y delicioso juego. Mi querido, Noah.
-Sayuri...
Noah solo podía pensar en lo único que a él se le daba bien pensar, en el dolor de estar enterrado vivo esperando al anochecer para ver pasando los días, sin contarlos siquiera, atraves de una prisión sin salida.
-Shhhh.- dijo Sayuri colocando sus dedos en la boca de Noah. Esos blanquecinos y aunque frágiles parecieran, podrían matar con solo tocar.- Esto le recordará que tiene corazón aunque no palpite.- Y plasmo lentamente, con suavidad, sus labios en aquella boca que obediente pero sin ganas devolvió ese saludo como solo ella sabe hacerlo.
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-Nero. ¿Ocurre algo?- dijo Vincent.
Nero estaba parado, a medio camino, con una sensación de escalofrío que inexplicablemente recorría su cuerpo.
- Nada.-ese tono de voz tan arisca que siempre llevaba consigo en aquella voz tan perfecta.
-¿Otra vez?
-No, simplemente un mal presentimiento.
Los dos permanecieron callados, cada uno en su propio mundo, caminando al son del olvido.
-!Nero¡- la voz apresurada y feliz de Colín. Corriendo, que sin pensárselo dos veces lo abrazo.
-Aquí tienes a tu mal presentimiento.- dijo Vincent sarcástico.
-Colín,¿qué haces aquí?. Deberías estar en casa durmiendo. No te he dicho que salir a estas horas es peligroso.-dijo Nero haciendo caso omiso a las acusaciones de Vincent.
-Jo, pero es que así no podre verte nunca más.- dijo Colín apunto de llorar- yo no quiero que te vallas, quiero que siempre estés conmigo.
-Mira, vamos ha hacer un trato, si tu no sales de casa por la noche yo te iré a visitar.
-De verdad...- los ojos del pequeño brillaban con fuerza-...Pero... Por qué no puedo verte de día, así estaríamos más tiempo juntos.
Nero se empezaba a dar cuenta de que aquel niño estaba creciendo y que tarde o temprano sabría la verdad, pero por ahora sería mejor evadirla. En tal caso dentro de poco tendría que desaparecer de su vida.
viernes, 8 de abril de 2011
El renunciar de alas plateadas
-Arcel, espera...
-Olvídame, no quiero saber mas nada sobre el tema, no voy a ayudar a ninguno de los bandos.
-No puedes irte así como así, es que no vas a luchar por el paraíso.
-Por dios Anael, mira a tu alrededor te crees que esto es el paraíso, esta es tu visión de él, esto no es el paraíso es el puto infierno.
-Por qué hablas así, Arcel no te reconozco.
-Que por qué hablo así, que por qué... Mira estamos divididos en jerarquías que nos dictan lo que somos y lo que debemos hacer, en cualquiera de los casos nadie tiene el derecho a elegir como quiere que sea su vida. Eso es lo que no debería haber hecho ese tipo al que tu llamas padre, al que tu idolatras. Nadim, nunca debería haberlo hecho. Es más por mi que se pudra en una prisión de cristal. Tanto prometer que no íbamos ha ser iguales que las razas inferiores... Ha, las palabras se las llevo el viento.
Anael me miro con cara de mal augurio y me abofeteo.
-No vuelvas ha hablar así de padre, que quieres que te encierren con los rebeldes, zoquete.
Yo me di la vuelta y volví a retomar mi camino, sin mirar en ningún momento a lo que estaba dejando atrás. Anael nunca se había puesto tan seria, y aquella vez su mirada me llego al alma.
-Espera a donde vas.
-A lo que debería haber hecho hace tiempo.
-No puedes renunciar a ellas.
-A no pues mira como lo hago.
-Es que acaso quieres que te encierren, que te tomen por mala influencia...
-Te recuerdo que dentro de esa cárcel esta mi hermano, Anael y tu sabes tan bien como lo se yo, que el nunca hizo nada fuera de las normas. Así que te aconsejo que dejes de tocarme las narices, con el temita de la prisión.
Anael no volvió a emitir palabra, simplemente caminaba detrás de mi, llorando. Sus lágrimas caían por esas mejillas morenas y mojando aquel vestido blanco.
martes, 5 de abril de 2011
Si pudiera apagar ese interruptor, lo haría.
lunes, 28 de marzo de 2011
El encargo 4
domingo, 27 de marzo de 2011
El encargo 3
sábado, 19 de marzo de 2011
La nueva camarera 8
-Sam, habré la puerta-dije intentando abrir la puerta-Maldita sea. Siempre igual.- dije rendiéndome al poder de la puerta.
-Pues, ahí te quedas.-dijo la pelirroja.
-Pero tú a dónde te crees que vas.
-A mi casa, a dónde si no.- y regreso al camino.
-Ey, Pippi Langstrum, espera...
-¿Pippi Langstrum?- me pregunto.
-Si no me das tu nombre, algo tendré que hacer para llamar tu atención.
-Bueno, que es qué ya te aburriste del sustantivo.-me dijo con algo de desprecio.
- Se puede decir que si.-dije algo mosqueado.
-Mejor olvidame.-dijo mientras se largaba.
-Espera-ella se de tubo y me miro, en señal de espera- Si Sam pregunta, le voy a decir que te has escapado.
-Siento decilucionarte, bueno en verdad no, pero por si no te has fijado me pienso ir digas lo que digas.
-Haber que ya lo se sino me importa, de hecho a mi me viene mejor pero que no te voy a dejar que te vallas sola caminando. Toma, pero que sepas que la quiero aquí mañana y sin ningún rasguño¿ok?.
-Pero que es esto.
-Las llaves de mi moto, es aquella harley blanca de allí.-ella miro sin comprender el por que de aquel gesto.
- Y se puede saber para que las quiero.
-Sabes conducirla.
-Si.
-Pues ya no te hace falta mas, te subes la enciendes y te marchas.
-Que sepas que no te pienso devolver el favor.
-No me importa.
-Gracias... supongo.
-De nada, supongo.
Se subió en aquella moto, la encendió... Y arranco como si hubiesen dado el pistoletazo de salida.
-SIN NINGÚN RASGUÑO. -dios mio, casi me da algo cuando mi preciosa harley arranco de aquella manera. Pensé que casi las ruedas las deja atrás.
viernes, 18 de marzo de 2011
La camarera nueva 7
-Bueno, pues que se busque un hotel. O sin tan preocupado estas por ella llevatela a tu casa...
-Es que aquí no cuenta mi opinión, te estoy diciendo que solo estaba un poco nervioso y ya esta. No pasa absolutamente nada.- dijo la pelirroja.
-Oh, no, esa mirada no me gusta nada.- le dije a Sam, al que se le acababa de encender la bombilla.
-Venga tío, no seas así que esta noche he quedado.
La chica nos miraba como si fuéramos dos pirados que acababan de descubrir que el fuego quema.
-Me importa un huevo que hallas quedado, es tu camarera, tu empleada por lo tanto tu problema. Así que en tu casa.
-Tienes cama y sofá que te cuesta, por fa please.
-A mi no me pongas esos ojitos tiernos, por que nunca te a funcionado ahora tampoco.
-Ey, que sigo viva. Bueno yo me marcho.
-Pues venga a tu casa entonces- dijo Sam empujándonos fuera del local- No se permiten quejas.-dijo mientras nos cerraba la puerta en las narices.-Por cierto como le pase algo a ti se te cae el pelo, chavalin.
domingo, 13 de marzo de 2011
La camarera nueva 6
-Ten más cuidado, mira por donde vas-dijo con voz profunda, tosca y de desprecio. Este tenía prisa, por que no me ayudo a lebantarme, ni si quiera espero a que lo hiciera, sino que paso por encima y se largo.
Yo que estuve a punto de ponerlo a parir, casi le digo que porque él tuviera las nubes en los ojos no significaba que no existiera la gente mas baja que él. Pero eso de que midiera dos metros más que yo y tuviera la anchura de un ropero no ayudaba mucho. La verdad es que la idea de darme tortas con el no me agradaba mucho. Segurísimo que acabaría perdiendo. Así que me conforme con hacerle muecas mientras se alejaba y yo me levantaba.
Cuando entre, Sam estaba hablando con la pelirroja; ambos estaban muy serios.
-Perdona que les interrumpa, pero joder como estaba el calvito. Estaba que echaba humo.
-Ten cuidado con ese. Es la primera vez que lo veo y ya ha acabado con mi paciencia.-dijo Sam sin cambiar su expresión.
-Mira que eso si que es difícil.
-Esto no es broma, mañana vamos a plantarle una denuncia.
-Eso lo hablaras por ti. Yo ya te he dicho que no va a volver a pasar. Es amigo de mi hermano.-dijo la pelirroja preocupada.-Yo hablare con él y listo. Solo esta un poco nervioso.
-¿Pero entonces qué ha pasado?-pregunte sin comprender la situación.
viernes, 11 de marzo de 2011
El encargo 2
-Esta vez si que te ha dado fuerte.
-"NO EN SERIO"- le dije con sarcasmo a Víctor.
-Bueno normalmente te da con el bastón y empaz pero hoy lo cogiste de malas.
-Víctor-dije mirándolo entre una mezcla de molestia y asombro. ¿Cómo podía ser que nunca pillara el sarcasmo o la ironía?
-¿Qué?
-¿Sabes que lo anterior era sarcasmo?
-Y que quieres ahora ya sabes que me cuesta.
-"SOLO"-le dije con sarcasmo.
-¿Sarcasmo?
-Si.
-Bueno y qué vas a hacer ahora.
-Acatar las ordenes.-dije descorazonado.
-Acaso serías capaz.
-No me queda de otra, es él o yo.
-Tú te quejas de lo déspota que es el viejo, pero tú amigo mio no te quedas corto.
-Yo lo que quiero es salir de esta mierda y tener una vida normal.
-Pues ya te vale.
-Miralo por este lado, al viejo le quedan solo unos años. Con él fuera del mapa yo seré libre y tú también.-objete con aire perspicaz.
-Si no es él, ya vendrá otro a seguir su puesto y así sucesivamente.
-No tiene herederos.
-Eso no tiene nada que ver, esto es la mafia aquí todo vale.
-Mira que eres pesimista.
-Rene, esto es serio. ¿De verdad que vas a cumplir las ordenes?
-Ya lo he hecho otras veces y esta no va a ser menos.
En un beso, sabrás todo lo que he callado(Frase de Pablo Neruda)
Esta es la historia interminable, tu apareces y desapareces y así sucesivamente. Eres como el espejismo que uno no quiere perder de vista. La x que marca el lugar. El premio de la lotería. El pan de cada día. Tú sin mi lo eres todo pero yo sin ti no soy nada. Y es que solo quiero darte un beso para que sepas todo lo que he callado.
jueves, 10 de marzo de 2011
El encargo
-¡TE HA QUEDADO CLARO!
-Transparente- conteste conmovido, por el dolor que corría al viejo carcamal, debido a sus hachas de guerra.
-Pues me imagino que harás lo que te pido sucia rata callejera.-Seguía dando voces pero el sabia que en una casa de campo muy pocos te iban a oír, si es que con suerte te oía alguien.- Como no lleves acabo el trabajo, te daré tu merecida azotaina.
-Sí, señor- yo respondía con aire militar, evitaba a toda costa mirarlo a la cara. Aunque él tenía de señor lo que yo de príncipe.
-Mírame a la cara gilipoyas, mírame, préstame atención, sé un hombre y mírame a los ojos cagueta, porque solo te lo voy a decir una vez más: Lo quiero muerto, en un mausoleo, en un sepulcro por mí como si es en una fosa común. Quiero ver a ese felón mamón muerto ¿me entiendes? La próxima vez que lo vea quiero que sea en su funeral, quiero ver como lo entierran en una tumba o como lo incineran, pero lo quiero muerto. Ya te he dado demasiadas oportunidades, esta es la última. Porque si te has convertido en un blando eso lo arreglo yo con una soberana paliza.-Se paro unos segundos, el viejo necesitaba coger aire.- Eso te lo aseguro yo a ti felpa de mierda.
-Pero...-intentaba poner algunas cartas a mi favor, pero era imposible razonar con él.
-Pe...Pe...pe...pe...pero. Ni peros ni leche en vinagre, sabes que sin mi te estarías pudriendo en una esquina pidiendo limosnas que no llegan. Así que ya estas moviendo tus puñeteras posaderas a donde quiera que esté, para darle su merecido, al judas. Tienes un plazo de siete días sino vete organizando tu funeral.
-Sí, señor-no podía creerme que no tuviera corazón, siempre había pensado que algún día su corazón se mostraría débil con alguien. Pero no, no era así, él era un hijo de puta, y de primera.
-Sí, señor-yo no era capaz de mirarle a los ojos, con los años aquellos se habían vuelto déspotas y viles.
-¡MARICONA! ¿CUÁNTAS VECES TE HE DICHO QUE ME MIRES A LOS OJOS? ¿CUÁNTAS? ¿ES QUE ACASO OSAS DESAFIARME?-gritó mientras me empujaba al suelo. Se levanto como pudo, y a sabiendas de que yo no me levantaría hasta que él lo ordenará. Me quede apoyado de el suelo mientras este se acercaba.- Pero mira que acongojada esta la maricona- esto último lo dijo mientras se agachaba entonando la última palabra con rabia mientras el puro que llevaba en la mano se acercaba a mí.
Yo intente defenderme pero este me propino un puñetazo en el costado y apago su puro en mi ojo izquierdo. Aun que fuera viejo y sus movimientos flemáticos, si te alcanzaba te daba con el ímpetu de un toro al ver una bandera roja. Todavía recuerdo aquello, ese día me cague en todos los antepasados del carcamal y me guarde el dolor para mí, ya que sabía que si oía un solo gemido no dudaría en seguir propinando puñetazos. Mientras este se iba y cerraba de un portazo, yo me retorcía de dolor esperando que los pequeños gemidos que yo soltaba no salieran de aquella habitación.
¿Mi premio? Dos costillas rotas y la pérdida de vista en el ojo izquierdo.
martes, 8 de marzo de 2011
La camarera nueva 5
Así que tendría que ser yo el que moviera el culo hasta el bar, que maldita la gana que me hacía por que ya me había acomodado en aquel viejo sillón de color rojo oscuro. Me levante con tanta parsimonia que si hubiese hecho una carrera contra un caracol, hubiese ganado el caracol. Pero que se le iba a hacer. En fin, cogí las llaves que estaban encima del mostrador, mire a ver si estaba puesto el cartel de cerrado(que por cierto estaba puesto), apague las luces, cerré la puerta con llave y me las metí en el bolsillo trasero de mi pantalón baquero rasgado.
Al dar un paso para entrar en aquel bar con ese nombre tan empalagoso, alguien daba un paso(a me dio la sensación de que salía a zancadas, sin prisas pero sin pausa) hacia fuera. Yo choque y me caí.
Y adivina que. Era...
La camarera nueva 4
La camarera nueva 3
-¿A picado?-aunque él ya sabía la respuesta, pregunto por el sumo placer de relamer su victoria a gusto, una y otra vez.
-Olvidame.-dije de mala gana.
-Wau, si que te ha dado fuerte la piva.
-Es una estupenda camarera no tengo nada que reprocharle.
-Estaría bueno. Yo soy un chico responsable.
-Si, si ya. Bueno me las piro que tengo que currar.
-¿Ya?
-No se tú pero yo tengo que hacer los deberes.
-Pero si es una tienda de música. Eso esta más desierto que un callejón sin salida.
-Y por que te crees que la he puesto al lado de tu bar y enfrente de un supermercado.
-Bueno y que, si va a estar vacía lo mas lógico es que lo cierres.
-Pues que sepas que no esta del todo vacía, hoy viene a tocar un grupo en la sala insonorizada.
-Bueno no te entretengo más.
-Uno a cero.
-Querrás decir uno a uno-dijo en tono burlesco.
-Eso no cuenta por...
-Chs, no seas tramposo.-dijo mientras me miraba desafiante.
-Bueno, si te hace feliz lo dejaremos así.
-Te veré después del curro.
-Ok. Oído cocina.
Y entonces me marche por aquella puerta esquivando a la clientela, con la cabeza muy alta, las llaves en la mano y la cuenta pagada.
lunes, 7 de marzo de 2011
La camarera nueva 2
-Hola, buenas buenas tardes,¿qué desea tomar?- Su voz fina y elegante, usaba un tono despreocupado.
-Usted es nueva aquí ¿verdad?
-Si.
-Podría decirme su nombre, si no es mucha molestia.
-Perdone mi impertinencia pero a usted que le importa.¿Para que quiere saberlo?
En casos como estos me suelo alterar y contestar: "Anda vete a la mierda". Levantarme y darle la espalda al que me ha "molestado". Pero... Aquella vez me retuve ya que ella me había respondido de manera correcta.
-No es que me importe. Pienso que llamar a una persona por un sustantivo, teniendo un nombre, es algo incorrecto.-Pero a quién pretendo engañar, conteste así por que quería darle buena impresión. Lo demás me importaba un pito.
-Siento dejarle con las ganas pero va a tener que usar el sustantivo.
-Si lo prefiere así, se quedara así.
-Y entonces, ¿qué va a tomar?
-Pues pongame ...