miércoles, 17 de agosto de 2011

Carta para Liam Copton/Alias Copito de nieve.

Me imagino que alguna vez te sentiste solo, que buscabas compañía de alguien que te entendiera. Quizás solo buscabas una buena amistad por aquel entonces. Pero de qué te ha servido lo demás ajeno a esto. Puede que no sea justo, que la vida te halla jugado una mala pasada, pero yo no soy Dios ni mucho menos y tú tampoco eres perfecto. Todos cometemos nuestros errores, sin embargo tú te despojaste de tú código reglamentario, porque dejaste todos tus principios atrás. Me parece que te desviaste del camino hacia el lado opuesto, ahora caes en la espiral de tus infracciones y te ahogas en el humo de tus cigarrillos mientras bebes litros de café, para mantenerte despierto si el corazón te falla. En parte tú tienes la culpa por no querer soñar a lo grande, siempre dijiste que te parecía una ordinariez soñar por lo alto, ya que después te podías llevar la decepción del siglo al ver que realmente no todos tenemos un destino suertudo. Por ello no aspiraste nada más que no fueran tus cigarrillos y tus cafés. Una copa de vez en cuando, nunca te fascino el mundo de la bebida, y alguna fulana de bragas bajas. Ahora te pregunto ¿de qué te sirvió? ¿Conseguiste ser feliz dejando atrás tus principios? Si eres feliz habrás perdido lo que alguna vez te importaba demasiado como para dejarlo escapar(la vida), yo tampoco estaré contigo, no porque no me guste ese mundillo(que no me gusta) sino porque creo que una persona que ha dejado de lado sus principios no se merece ni el más mínimo respeto. Si tus metas las has dejado al otro lado y te has traicionado a ti mismo es lo más bajo que puedes hacer. Si no lo eres te aconsejo que vuelvas al camino que una vez dejaste atrás que yo te estaré esperando.
Sea cual sea tú respuesta siempre esperare aquí para echarte una mano.
Me daría exactamente igual si realmente tus principios y metas fueran estos, de hecho estaría encantado y no me apartaría de tu lado. Me parecerías de lo más admirable ya que habrías conseguido todas tus aspiraciones. Pero como no es así aquí tienes lo que andabas buscando.


Tomás Paradise

lunes, 11 de julio de 2011

CREEP

Me arrastro porque no soy el ganador. Yo se que nunca fui perfecto, pero así son las cosas. Tú eras alguien especial para mí, pero ya no lo eres. Por eso me arrastro. Ahora lloro porque ya nada de esto es perfecto. Ahora es cuando el perdedor necesita ayuda para levantarse y poder echar a correr hacia algún lugar en el que no se tenga que arrastrar por personas como tú. Y es que ya no soy feliz queriendo ser alguien especial y perfecto para ti. Porque nada de esto me sirve de nada, simplemente ahora te toca a ti arrastrarte y pensar que tuviste lo que ahora ya nunca podrás tener. Alguien que se arrastre por gente como tú. Quizás yo sienta la necesidad de seguir arrastrándome, pero ya no me importa. Porque si ahora me arrastro lo haré por algo que merezca la pena. No voy a ensuciar mi smoking por algo tan simple como tú. Sé que soy un simple fracasado, pero soy uno con dignidad. Quizás estas lágrimas no lo demuestren pero son lágrimas de libertad. Y ahora déjame arrástrame hacia la felicidad.




Créeme cuando te digo que intente ayudarte, pero después de todo fuiste tú la que me ayudo a mí a comprender que ninguna vida vale más que la mía. Sé que esto es una manera de ver un tanto egoísta, pero ya me he arrastrado demasiado. Y es que ya no me llega el dinero para smokings. Aunque tú y yo ya no seamos compatibles, porque tenemos metas distintas. Tú quieres ser perfecta y yo quiero fabricar felicidad. Aunque tengamos "pequeñas" diferencias. Tú destrozas con tus manos todo lo que tocas y yo voy detrás recogiendo tú mierda. A pesar de eso incluso las personas como tú dejan un vacio en el cielo cuando se van, anda fíjate como las estrellas. Solo que tú no eres una de ellas. Tú eres de las personas que dejan marca cuando se van, como un perro cuando marca su territorio. ¿Me oyes? Espero que me oigas. Porque no pienso volver a repetirlo.

lunes, 4 de julio de 2011

El teemaneje del espíritu celeste- La matanza de lores

Didier salio del agua preguntándose el por qué de su acción, él podría simplemente haberse negado pero no pudo hacerlo. Sería verdad que todos los que se acercan a Lance acaban mal. "Chorradas es solo un niño, ¿qué puede hacer un simple niño?".


Didier con la velocidad de la luz, y no exagero cuando digo a la velocidad de la luz se seco y preparo la merienda.


-Aquí tiene su merienda amo.


-Lance. Que pesado eres. Por cierto tengo un mandato para ti Didier.


-De que se trata amo.


-Dígame lo que quiere y será llevado acabo enseguida.


-Quiero que mates a mis progenitores y a mi hermanastro.


-¿Como lo hago?-cuando en realidad lo que quería preguntar Didier era "A qué estas jugando".


En ese momento Didier se dio cuenta de que tenía que obedecer el mandato aunque no quisiera, las palabras y su cuerpo se movían por su propio peso.


-Quiero que sea lenta y dolorosamente, quiero oír sus gritos pero quiero que parezca una muerte natural. No hay necesidad de que sospechen ¿verdad?


-Entendido, amo.


-Ah, y otra cosa más.


-¿Si?


-Quiero ver como lo haces.

domingo, 3 de julio de 2011

El tejemaneje del espíritu celeste- Una peculiar forma de cazar.

"En estos momentos mi corazón late fuertemente, siento que mi pecho va a estallar con tanto latido. ¿Qué es esto? ¿Qué es este dolor punzante en mi pecho?"
-Amor.
-¿Como lo...?
-Simplemente lo se. A eso que sientes se le llama amor.
-No, a esto que yo siento se le llama molestia. El amor no es más que el juego de los débiles.
-Cómo puedes pensar de esa manera mi amo.
-Deja de llamarme así, Didier.
-Perdone mi insolencia señor pero tampoco quiere que lo llame mi protegido, entonces, ¿cómo he de llamarle?
-Por mi nombre, idiota.
-Lancelot.
Este hizo una pedorreta con su boca mirando a los ojos de aquel ángel caído.
-Usa mi diminutivo, Lance.
-Entendido mi amo de ahora en adelante lo llamaré Lance.
-Tuteame un poco ¿quieres? Es qué siempre eres así de seco.
-¿Tutearte?
- Si, trátame de tú no de usted.
-Lo siento mi señor pero no puedo hacer eso.
-Lance. ¿Y por qué no?
-Porque sería una falta de respeto hacia su persona.
Aquel viejo muchacho lo miro a los ojos con aire amenazador.
-Te lo ordeno.
Didier se hecho a reír.
-Perdone que se le lleve la contraria pero yo no soy su perro.
-PS. Pero eres mi mayordomo.
-Incorrecto, yo no estoy aquí para aprender de usted ni mucho menos para ser su esclavo, estoy aquí porque es usted el que necesita aprender a amar y olvidar la venganza y el odio que tiene dentro. Pero para ello necesito una tapadera ¿no cree?, y la mejor manera de estar con usted todo el tiempo y protegerlo es ejercer como su mayordomo. Luego como estoy en este trabajo por su bien y por pura libertad puedo repudiar algunas ordenes que afecten a la personalidad de mi ser.
-¿Leíste bien tú contrato?
-De arriba a abajo mi señor.
-Pues se te olvido leer la letra pequeña.
-Y a usted la tinta invisible.
-Que ángel mas tramposo.
-Que amo tan egocéntrico.
-Idiota-dijo Lancelot por lo bajo.Pensó durante unos segundos. En los cuales comenzó a manifestarse una pícara sonrisa.- Es decir que si yo te pido que te lances a la piscina con ropa tienes que hacerlo, ya que esta acción no afecta a tú personalidad.
Didier con cara de asombro y una alarmada fascinación contesto:
-Si, mi amo. Pero como...
-Porque los ángeles sois débiles, y ahora al agua.
Mientras el mayordomo blasfemaba al dichoso contrato que había firmado, supo reconocer que el niño le había ganado la partida. Ahora él sería su esclavo hasta que la muerte los separara o hasta que le diera la libertad, cosa que Didier sabía con certeza que no sucedería jamás."Estúpido contrato sino lo hubiese firmado no estaría aquí atado"
Mientras el inocente mayordomo se tiraba al agua Lancelot empezó a reírse.
-Eso te pasa por tramposo. Y ahora vete a preparar la merienda que tengo hambre.
Y con una gesticulación de manos se despidió de Didier para "atender asuntos más importantes que seguir atormentando al pobre mayordomo".

lunes, 27 de junio de 2011

Escuchas ruidos que afloran cerca de tu cómoda, de esa cama en la que tus sueños echan a volar, que se desvanecen con el amanecer. Pero esta vez se han ido antes, ¿con que soñabas? Que más da, ya ni si quiera te acuerdas. Pero tu inconsciente inocencia te hace preguntar si hay alguien, aun sabiendo que por mucho que preguntes nadie va a responder. Sales de tú cuarto con lo primero que pillas a mano, que en tú caso fue un "libro". Típico de ti. Pero, que esperas hacer con eso listillo, enseñarle los dibujos infantiles a un desconocido que ha entrado sin permiso en tú casa haciendo que pierdas tus sueños de vista. Ups se me olvidaba que tus "libros" no tienen dibujos, de hecho ni si quiera tienen letras, tú siempre decías que con solo mirar la hoja podías encontrar la historia y te inventabas cualquier cosa con tal de que no me metiera contigo. Pero qué esperabas que hiciera, era anormal esa afirmación, sobretodo porque aunque quisieras no podrías ver. Y que me explique alguien que coño hacías caminando a la intemperie tú solo con un "libro" en la mano tratando de averiguar quien ha perturbado tus sueños siendo ciego, como si lo fueras a ver.
Te hubiese dado las gracias, pero es que no me daba la gana de dárselas a un completo desconocido pervertido.
-¿Hola?-volviste a preguntar, aun teniéndome delante.
Pase mi mano por delante de tu cara una y otra vez, tus ojos permanecieron imperturbables bajo la luz tenue de aquella luna llena. De repente me cogiste la mano, y me asuste. Soltaste el "libro" y empezaste a tocarme de arriba abajo.
-Oye que haces, suéltame, no me toques.
-Tienes cara de niña.
-Como lo sabes si ni siquiera ves.
-No hace falta ver para saber.
-Suelta me pervertido.
-¡No soy un pervertido!
-Además que haces aquí.
Recuerdo que te hechaste a reír de manera cínica.
-Como que qué hago aquí, esta es mi casa.
-Mentira, aquí no vive nadie.
-Pues ahora vivo yo y si te molesta ve a echar una reclamación al hall.
-¿Hall?
-Me subo a dormir ¿Te vienes?
-!NO¡
-Tú mismo, tampoco hacía falta que me gritaras soy ciego no sordo. Por cierto, si necesitas algo estoy arriba.
Me sorprendió que hubieses sido tan amable, fue genial sentir el apresio de alguien por primera vez.
-Ahora que lo dices... Tengo frió.
Me cogiste de la mano y para guiarme hasta tu dormitorio, supongo.
-¡QUÉ HACES, SUELTAME!
-Sino quieres subir te morirás de frió aquí abajo porque solo tengo una manta. Puedes quedarte todo el tiempo que quieras que no te cobrare el alquiler.
Quizás te diste cuenta de que había llorado, y por ello fuiste tan amable pero aun así me pregunto que hubiera pasado si hubieses podido verme. ¿Te hubieses echado a correr gritando "niño maldito, niño maldito"? Como de costumbre tenían todos al verme.
-Me da lo mismo yo no pienso subir a la habitación de un pervertido como tú, prefiero pasar frío.
-Pues ahí te quedas. Ten cuidado con el fantasma de la vieja.
-¿Qué vieja?¿Qué fantasma?
-Buenas noches.
Incluso cuando pequeño era un cabrón jodelón, y seguiré manteniéndolo hasta el día en que me muera

lunes, 20 de junio de 2011

SONRRIE

-Hijo de puta- un puñal, y yo desarmado- eso es de cobardes.
Mientras el movimiento circular del puñal me destrozaba el estomago él se tomo las molestias de decirme unas cuantas palabras.
-Valla que vueltas da la vida, un día estas vivo y al siguiente muerto.
Mis alaridos sonaban fuertes y consistentes en aquel callejón.
-Es una pena que alguien como tú deba ser eliminado, hubieses llegado alto. Chico hubieses llegado a lo más alto y lo perdiste todo por tú puto remordimiento, tuvistes que encariñarte, no podías obedecer ordenes, tenías que hacer lo contrario. ¿Qué más daba uno más?
-!Cállate¡-le grite.
Él saco el cuchillo y me empujo, caí y con sendas manos apreté la herida.
-¡Valla aún tienes ganas de vivir! De esa manera solo conseguirás morirte del asco.
-Valiente imbécil estas hecho- dije apoyandome en una pared que había cerca- te crees que me iré solo, por lo menos si me muero te llevo conmigo cabronazo.
-Ya claro tú y quien más inconsciente.
-Creo recodar que dijiste que era el mejor de todos, sé que decirlo uno mismo esta mal pero ¿me haces el fabor de mirar en la funda de tú pistola?- Observo con parsimonia y al ver que su pistola, una FN del calibre nueve, no estaba se quedo patidifuso.-Ahora posa para tú foto final. Sonríe-y le dispare entre ceja y ceja, esa sería la foto definitiva.

viernes, 10 de junio de 2011

El copito de nieve que no quería serlo- Una perturbada muy desequilibrada.

Mientras Dean seguía mirándolo con cara de pena aproveche para meterme la mano sangrante en el bolsillo de mi pantalón.
-Ella no lo sé pero yo debería estar durmiendo y tú también.- le contesto Deam algo nervioso al ver tanta sangre.
-No le hagas caso al tonto ese.-dije tendiéndole una mano.-Y ahora vamos a que te miren esa tos.
-No, yo me quedo aquí no me pienso mover.
-Mira o vas con tus propios pies o te llevo yo a rastras.-dijo Dean más nervioso todavía.
Dean!-le dije en señal de reproche. Yo sabía que estaba histérico y que estaba apunto de perder la conciencia pero tampoco eran maneras de tratar a la gente.
-¿¡Qué!?Yo solo quiero irme a dormir, que estas no son horas.
-¡Eres un insensible!
-Es que me faltan horas.
-Más horas te van a faltar como no dejes de ser tan grosero.
-No lo soy.
-No, lo que tú eres no lo puedo decir porque hay niños preescolares delante.-dije señalándolo con ambas manos.
-¡TE HAS CORTADO!¡DIOS MIO, UN MÉDICO, UNA AMBULANCIA, SE NOS DESANGRAN!- dijo corriendo en círculos.
Copito de nieve que no se lo podía creer, miraba con los ojos como platos, nunca supe si en realidad tenía ganas de reírse porque su boca se la tapaba con ambas manos y se estremecía por el dolor de su costado. Mientras yo intentaba calmar a Dean que seguía corriendo en círculos y pidiendo ayuda, pero la mala suerte que tiene uno que cuando lo agarré, lo hice con la mano sangrante y ahí, ahí fue cuando se desmayó. En ese momento pensé "¿qué hago ahora? Dios de mi vida, soy un desastre".
-Abre la puerta y avisa a los de la ambulancia si no se han ido ya.-dijo copito de nieve caminando con gran dificultad hacia las escaleras agarrándose a cualquier cosa que hubiera por su paso.
-¿A donde te crees que vas?
- A mi no van a coger.
-Pero que dices, no te van ha hacer nada. Si quieres voy contigo pero tienes que ir a que te miren eso.
Ya había llegado al final de la cocina, no había mas encimera donde agarrarse, empezó a caminar tambaleándose hasta las escaleras y justo antes de subir el primer peldaño calló. Primero pensé que se había muerto, luego descubrí que no porque intento levantarse pero no pudo y acabo perdiendo el conocimiento.
-Esto es fantástico y ahora le toca a la imbécil de turno dar la cara a saber que les digo a los incompetentes de ahí fuera.-salí dando tumbos y con cara de mal humor, abrí la puerta y con suerte aun seguían allí las ambulancias y los policías.- me pueden hechar una mano, un chico se a desmallado y el otro el otro creo que también.- dije cuando todos se centraron en la chica que acababa de salir por la puerta de una casa totalmente sellada.
Todos los de la ambulancia pasaron corriendo y sacaron a ambos "heridos" y los metieron en la misma ambulancia, a la que obviamente me subí después de haberlos convencido diciéndoles que me había cortado la mano y que no paraba de sangrar, que si cogía una infección podía morirme y a ellos caerles un puro del copón... En fin exageraciones de una perturbada muy desequilibrada.

jueves, 9 de junio de 2011

¿Y si fuéramos una parte de algo más gordo?

-¿Y si el mundo dejara de girar?
-Eso es imposible.
-¿Porqué?
-Pues porque si dejara de girar tan de repente seguro que acabaríamos volando.
-¿Por qué?
-Porque gira.
-Pero ¿por qué gira?
-Porque tanto el sol como la tierra poseen unos campos magnéticos que les permiten moverse de esa manera.
-¿Y por qué poseen esos campos magnéticos?
-Supongo que por el choque de los dos átomos que formo esta nebulosa creando los planetas.
-¿Y de donde salieron esos átomos?
-Del espacio.
-¿Y el espacio?
-¿Dios?
-Dios no existe.
-Y por qué no.
-Porque entonces de donde saldría Dios.
-De la nada porque él es ultra poderoso.
-Eso no vale.
-¿Y por qué no?¿Acaso la tierra si puede dejar de girar pero Dios no puede existir?
-Si.
-¿Y por qué no?
-Porque lo has utilizado como ultimo recurso lo cual indica que tú realmente no crees en Dios.
-¿Y si en realidad fuéramos un átomo? Nuestra estructura en el espacio es exactamente igual que la de los átomos y nos movemos exactamente de la misma manera, incluso nuestra nebulosa se mueve entera por el espacio manteniendo su estructura. ¿Y si realmente fuéramos un átomo que anda suelto moviéndose en algo mas grande? ¿Qué pasaría si lo fuéramos?

miércoles, 18 de mayo de 2011

El copo de nieve que no quería serlo-¿El qué?

-Total no puede ser tan difícil ¿no?
-Mira yo no se lo que vas ha hacer pero abrir las ventanas desde fuera va a ser, y perdón por la expresión, un coñazo. Por no decir que probablemente no la podamos abrirlas.
-Tarde, ya la he abierto.
-Pero que... !¿Te has cargado la ventana?¡
-Si.
-Y eso de ir con sigilo...
-Nadie se habrá dado cuenta y si lo hicieron pensaran que ha sido copito de nieve. Y ahora deja de hablar y ayudame a subir que no llego.- dije intentando trepar por la ventana.
-Pero ten cuidado con los cristales, y no te acerques a ese pirado hasta que yo suba.
-Ños, vale mama.
-Vega arriba.
Aun después de las advertencias al final acabe clabandome un cristal en la palma de la mano.
-¿Qué te paso?- preguntó al oír mi gemido.
A sabiendas que si le decía que me había cortado lo más probable es que me sacara de allí gritando "¡SE DESANGRA, SE DESANGRA, UNA AMBULANCIA, UN MÉDICO!", no es broma, esto es así, en resumen, la sangre no le gustaba ni un pelo.
-Nada; venga sube ya.
-Voy.
De repente se oyó un estruendo en la cocina, se oían caer botes, cajas y una voz desesperada gritando"DESPARECE DE MI VISTA, SOLO ERES PRODUCTO DE MI IMAGINACIÓN. JODER, POR QUE NO TE VAS. POR QUE VOLVISTE. VETE. VETE".
-Oye, Sook, ni se te ocurra moverte de ahí que subo.
Tarde, ya estaba a medio camino. Cuando alcance la cocina me vi a copito de nieve tirando al suelo botes y más botes de medicinas. Todavía no se había cambiado de ropa y estaba más devil y torpe.
-¡¿DONDE ESTA, DONDE ESTA?!
-¿El qué?-todavía no se había percatado de mi precencia, y le impacto un poco o mucho.
-¿Qué haces aquí? Tú no deberias estar aquí.- dijo bajando el tono de voz y agachando la mirada. Como si huviese hecho algo malo y se estubiera avergonzando.
-Eso es no debería pero...
-Te dije que me esperaras Sook.-ya me había olvidado de Dean.
Derepente copo de nieve empezo a toser y de su boca empezó a emanar sangre, callo al suelo en redondo y se tapo la boca con una de sus manos mientras la otra la colocaba en su costado.
-Ni tú, tú tampoco deberías.- dijo entre tos y tos de rodillas- Mierda no quería que vieran esto- dijo en surros casi inaudibles.
Dean lo miraba con cara de pena, y en ese momento supe en lo que estaba pensando. Pero yo siempre me he negado a creerlo

lunes, 16 de mayo de 2011

El copo de nieve que no quería serlo- El placer de la locura.

Recuerdo que en aquel momento, en un espacio corto de tres segundos me miro, y sus ojos azules parecían estar vacíos, mientras que de su boca salia una sonrisa diabólica y sin vida. Me entraron escalofríos, la piel se me puso de gallina; esos tres segundos fueron más que suficientes para asustarme. Entonces se empezó a reír y a reír, pero sin soltar en ningún momento mi abrigo. Esa excreción, esa risa, aquella sangre que le ensuciaba el rostro y la cara... Eran espeluznantes.
-He tú soplagaitas que estas haciendo. La estas asustando.- Le soltó Deam. Que lo agarraba por la camisa del pijama.
-Para dejalo en el suelo, Deam bajalo.
Me hizo caso pero la verdad es que no con muchas ganas. Pero copito de nieve no paro de reirse.
-Dejame darle dos ostias para que entre en razón, veras tú que nos viene bien a todos.
-Ni lo sueñes, le podrías hacer daño.
-Es que de eso se trata, si le hago cosquillas no va a parar de reír ni de coña.
Mientras nosotros seguíamos discutiendo y los policías y médicos redactaban su informe poniéndose de acuerdo con los hechos , copito de nieve se encerró en la casa, cerro todas las ventanas y puertas.
Cuando nos dimos cuenta, solo se oían extraños y exagerados ruidos dentro de la casa. Uno de los policías se acerco y nos explicó que probablemente hubiese sufrido un sock, que lo más probable es que la locura lo hubiese evadido por la sencilla razón de que ver morir a tus padres no es algo para tomárselo a bromas. Y que procurarían mandar a un psicólogo lo antes posible.
-Pero no se preocupen es obvio que el muchacho no lo hizo.- sentenció mientras se marchaba satisfecho.
-Y ahora qué hacemos Sook. ¿Nos vamos?
-Supongo que ya no hay nada que hacer, aparte de colarse por la parte trasera de la casa.
-Ni de coña, pero tu estas loca.
-¿Acaso tú no? Te recuerdo que tú Deam Cooper trepó por la tubería de la casa de Adriana cuando supuestamente estaba locamente enamorado de ella, y esta que esta aquí no te puso ninguna pega, sino que te ayudo.
-Pero eso son dos cosas distintas una es entrar a la casa de un loco...
-Y otras más grave es entrar sin permiso ni invitación por la noche a la casa de alguien que esta durmiendo.
-Arg... Mira que eres... ¿Qué hacemos?
-Por lo pronto llegar a la parte trasera de la casa sin que nos pillen, y ya se nos ocurrirá como entrar.

martes, 10 de mayo de 2011

El copo de nieve que no queria serlo- Después de la tormenta nunca vino la calma.

Pero después de aquello nunca volvió a sonreír, ya ni si quiera nos habría la puerta. Recuerdo que era una noche cálida y estrellada, con una preciosa y bonita luna llena. Ya habían pasado unos años yo tenía trece y aquellos dos dieciséis. Pero no es oro todo lo que reluce. Aquella noche se volvió fría, se nublo y cuando ya ni si quiera se podía ver la luna todo el pueblo oyó a una ambulancia y cuatro coches patrulla. Recuerdo que miré por la la ventana y los vi dirigirse a la casa del prado. Baje corriendo las escaleras y me puse un abrigo, al abrir la puerta mamá salio de su a¡habitación.
-¿A dónde vas?
-A casa de copito de nieve, los coches de policía se dirigen hacía allí.
-Espera voy contigo.
-No hace falta iré con Deam.
-Ten cuidado.
-Ok.
No me hizo falta ni llamar a la puerta Deam ya estaba fuera.
-Al final y todo te va a caer bien copo de nieve.
-No te flipes salí porque sabía que tú irías y no quería dejarte ir sola.
-Ya claro lo que tú digas. Venga vamos, quien llegue el último es un unihuevo chupapedos.
-Cada día algo nuevo. Ayer que era ¿ engendro mal nacido en forma de moco toxico?
-Claro, que sentido tendría si siempre dijera lo mismo. Sería aburrido.
Corrimos hasta la casa de copo de nieve, pero no nos dejaron acercarnos a la casa. Se había convertido en un área restringida; un par de minutos después salían camillas con enormes bolsas negras. Pensé, "No puede ser, copo de nieve no puede estar en una de esas bolsas. No me lo creo". Las lágrimas empezaban a caer por mi rostro y empecé a rezar porque él ni sus padres estuvieran dentro. Pero ya habían salido dos camillas y comencé a pensar que dentro de poco saldría una tercera.
¿Qué posibilidades había de que no fueran ellos? Una entre un millón.
-NO. NO SE LOS LLEVEN. TIENE QUE HABER UN ERROR, VUELVANLO A COMPROVAR, TIENEN QUE ESTAR VIVOS. DEVUELVANMELOS LADRONES, MISERABLES CANALLAS- gritaba copo de nieve frenéticamente, por un momento me alegre de que siguiera(por lo menos, él vivo). Él seguía pidiendo que lo revisaran que miraran de nuevo porque sus padres no podían haber muerto. Calló al suelo, y ya no pude más, salte la cinta amarilla y corrí hacia él.
-Mirame, mirame... Tranquilizate ¿vale?
Él se aferro a mi y empezó a llorar, no se si fue por que no se podía levantar o porque realmente necesitaba ese abrazo. Yo le acariciaba la cabeza mientras él seguía llorando. Pensaba en que decirle de verdad pero no se me ocurría nada a si que supuse que sería mejor no decir absolutamente nada.

lunes, 9 de mayo de 2011

El copo de nieve que no queria serlo- Como dijo que si

Al día siguiente, recuerdo que justo después del almuerzo volvimos a aquella casa. Volvimos a ver a copo de nieve sentado en el porche descalzo y con ropa de verano. Volvimos ha acercarnos, aunque en realidad Deam simplemente me seguía.
-Hola copo de nieve.
-Hola, Mandy y Billy.
-No me llamo Mandy y él no se llama Billy.
-Y yo no me llamo copo de nieve.
-Ps, tonterías. ¿Quieres jugar con...?
-¿Qué haces ahí? Entra en casa que te vas a poner malo. Pero mira como vas vestido.- decía una mujer que salia de la puerta hacia fuera.-¿Y quienes son estos angelitos cielo?, ¿son tus amigos?.
-Algo así.
-Venga vamos a casa. ¿Quieren entrar a jugar ustedes también?
Yo accedí, a Deam no le pareció buena idea pero aun así entro. ¿Por qué? Simplemente porque era mi guardaspaldas.
-Por cierto señora no somos angelitos; somos niños.- le dije.
-A de verdad, pensé que lo erais por las alas blancas que tenéis detrás.- ambos picamos como tontos y miramos a nuestras espaldas. Obviamente no vimos alas, vimos un paisaje cubierto de nieve.- Vamos no me digáis que no las ven, pero si son enormes.
-No señora lo unico que hay es nieve.
-Pequeña no sabías que hay que tener la vista en el cielo, pero eso si los pies en el suelo.
A partir de entonces íbamos todos los días por la tarde a esa casa, hiciera frío o calor, lloviera o nevase. En innumerables ocasiones aquel chico se ponía enfermo, con frecuencia sangraba por la nariz, había veces en las que ni si quiera podía levantarse de la cama, no comía casi nada, veces teníamos que entrar a la habitación que estaba totalmente cellada y oscura sin poder encender ninguna luz porque padecía de migrañas. Recuerdo aquello porque aunque pareciera tiste el pensar que su vela se apagaba y se encendía a cada momento, siempre pero siempre sonreía. Y lo más curioso es que nunca me hizo falta saber su nombre ni a él los nuestros para pasarlo bien, ni para cuidarnos como si fuéramos familia. Cierto es que Deam nunca hablo con aquella gente y cierto es que nunca y jamás de los jamases le caería bien.

domingo, 8 de mayo de 2011

La nueva camarera 9

Seis de la mañana, el despertador todavía no ha sonado pero el resonar de ruedas chillando es el me despierta. Me levanto, me rasco la cabeza, me enderezo, me restrego los ojos, me pongo la camisa y los pantalones del pijama, me asomo a la ventana y lo primero que se me pasa por la cabeza es "Ya me he quedado sin Roxie". Cojo las llaves y salgo a la calle corriendo ( y si, fui en pijama, pero el tema era serio se trataba de Roxie. ¿Qué mas da que fuera en pijama?)
-ESTAS LOCA, QUE COÑO LE HAS HECHO. TE FUISTE A LA PLAYA Y SE BAÑARON JUNTAS, SUBIERON UNA MONTAÑA PARA REVOLCARSE EN EL BARRO Y SE TIRARON LADERA ABAJO. PERO QUE... MIRA ESTO HAS MANDADO A LA MIERDA LA CHAPA, ESTA OXIDADA,LA PINTURA, ESTA RAYADA, Y ESTA LLENA DE ABOLLADURAS POR TODAS PARTES. EL TUBO DE ESCAPE YA NI SIQUIERA PARECE UN TUBO DE ESCAPA. !!¿QUÉ LE HAS HECHO?¡¡ ESTA MÁS AMORFA QUE EL DITTO DE POKEMON.
Ella me miro y por lo visto le pareció gracioso porque empezó a reírse.
-TE PARECE GRACIOSO, ES QUE ACASO TE PARECE GRACIOSO HABERME DESTROZADO LA MOTO. TE DIJE QUE TUVIERAS CUIDADO QUE NO QUERÍA QUE LE HICIERAS NINGÚN RASGUÑO...
-Uno no le he hecho ningún rasguño, simplemente la he destrozado y dos a culpa es tuya por dejármela. Además tú me pediste que la cuidara pero yo no te dije que lo haría. Como conclusión, esto es culpa tuya- dijo señalando a la harley. Y zanjado el tema (según ella, porque para mi esto no era sino el comienzo de la guerra), se largo dentro del bar.

jueves, 5 de mayo de 2011

El copo de nieve que no queria serlo - ¿Por qué no quererlo? Porque es diferente, ¿y eso qué tiene de malo?

Recuerdo que me fui a casa refunfuñando porque aquel niño no quiso ser mi amigo. Pensaba en porque no quería ser un copo de nieve, ¿qué tenía él en contra de los copitos de nieve? Si los copos de nieve son muy bonitos y lo más impresionante es que caen del cielo. En algún momento de su vida los copos de nieve vieron el cielo y traspasaron las nubes. En algún momento de su vida llegaron a estar en lo mas alto contemplándonos. En algún momento de su vida ellos tuvieron la elección de escoger un lugar donde refugiarse.
Deam iba diciendo por el camino que aquel niño tenía algo raro.
-Es que acaso los copitos de nieve te parecen raros.
-Él no es un copito de nieve.
-Pero lo admitió así que a mi me vale.
-No lo es.
-A no y porque solo sale en invierno, cuando los copitos de nieve caen del cielo.
-No lo es.
-Que si.
-Que no.
-Si.
-No.
-Si.
-No.
-Si.
-Si.
-Ves lo que yo decía un copo de nieve.
Deam me miro boquiavierto.
-Cierra la boca que te van a entrar moscas.
-Por qué contigo no funciona.
-Porque soy más lista que tú.
-Mentira.
-Verdad.
-Hiciste trampas.
-Como voy ha hacer trampas zoquete.
Aquel día nos lo pasamos discutiendo; llegamos a la casa de Deam (hoy me quedaba yo a dormir) y la madre nos puso en una esquina de la habitación a cada uno. Fue muy gracioso porque lanzábamos muecas de una esquina a otra, hasta que nos dormimos.

martes, 3 de mayo de 2011

El copo de nieve que no queria serlo

-Mami, me voy con Deam a la casa de la pradera.
-¿Qué pradera?
-Shhh, eso es un secreto.
-Tengan cuidado, no hablen con desconocidos...
-No pasa nada mami, tengo a Deam.
-Aún así cuidado.
-A sus ordenes mi sargento.
Aquel mismo invierno fuimos a la casa de la pradera por tercera vez y por tercera vez vimos a aquel chico de pelo blanco, piel tan pálida o más que la nieve y ojos azul eléctrico. Estábamos en invierno pero él parecía no darse cuenta, porque siempre estaba con ropa de verano y pies descalzos. Yo aun era una niña algo extrovertida y aquel mismo día no pude aguantar el ir a hablar con él. Deam me acompañaba pero nunca le dirigió la palabra.
-Hola.
-Hola.-su voz sonaba algo triste.
-¿Estas triste?
-No.
-Entonces, ¿por qué lloras?¿es por qué tienes frió?
-No.
-¿Por qué te han metido en la lavadora y te has quedado sin color?
Recuerdo que su expresión cambio radicalmente, por un momento pensé que estaba apunto de morirse pero de repente empezó a reírse a grandes carcajadas. Y esta vez lloraba, si, pero de la risa.
-Cuanta imaginación para tan poca cosa.
-A quién llamas tú poca cosa, yo ya tengo ocho años. Ya soy grande, copo de nieve.
-¿Cómo que copo de nieve? No soy un copo de nieve, no soy redondo.
-Pero eres blanco.
-Y tú también.
-Pero tú más.
-No soy un copo de nieve.
-Si.
-No.
-Si.
-No.
-Si.
-No.
-No.
-Si.
-Ves que si eres un copo de nieve, a mi no me la das con queso. Tú eres un copo de nieve caído del cielo.
-Pos vale seré un copo de nieve.
-¿Copo de nieve, quieres ser nuestro amigo?
-Que remedio- dijo encogiendose de hombros.-Pero no me llamo copo de nieve.
-Los copos de nieve siguen siendo copos de nieve, a si que te llamas copo de nieve.
-A si pues ahora te voy a ignorar.
-Pues venga adelante, total los copos de nieve no hablan.-dije dandome la vuelta- Vamos Deam.
Nosotros nos íbamos a seguir jugando con la nieve mientras aquel niño nos miraba riéndose a carcajadas como si disfrutara con solo vernos jugar.

sábado, 30 de abril de 2011

Un pacto con el diablo

-Sayuri seguro qué es necesario.
-Lo estoy, más que nunca.
-Por qué tendría que pagar por algo que no ha hecho.
-Porque esto se trata de un juego, un dulce y delicioso juego. Mi querido, Noah.
-Sayuri...
Noah solo podía pensar en lo único que a él se le daba bien pensar, en el dolor de estar enterrado vivo esperando al anochecer para ver pasando los días, sin contarlos siquiera, atraves de una prisión sin salida.
-Shhhh.- dijo Sayuri colocando sus dedos en la boca de Noah. Esos blanquecinos y aunque frágiles parecieran, podrían matar con solo tocar.- Esto le recordará que tiene corazón aunque no palpite.- Y plasmo lentamente, con suavidad, sus labios en aquella boca que obediente pero sin ganas devolvió ese saludo como solo ella sabe hacerlo.

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-Nero. ¿Ocurre algo?- dijo Vincent.
Nero estaba parado, a medio camino, con una sensación de escalofrío que inexplicablemente recorría su cuerpo.
- Nada.-ese tono de voz tan arisca que siempre llevaba consigo en aquella voz tan perfecta.
-¿Otra vez?
-No, simplemente un mal presentimiento.
Los dos permanecieron callados, cada uno en su propio mundo, caminando al son del olvido.
-!Nero¡- la voz apresurada y feliz de Colín. Corriendo, que sin pensárselo dos veces lo abrazo.
-Aquí tienes a tu mal presentimiento.- dijo Vincent sarcástico.
-Colín,¿qué haces aquí?. Deberías estar en casa durmiendo. No te he dicho que salir a estas horas es peligroso.-dijo Nero haciendo caso omiso a las acusaciones de Vincent.
-Jo, pero es que así no podre verte nunca más.- dijo Colín apunto de llorar- yo no quiero que te vallas, quiero que siempre estés conmigo.
-Mira, vamos ha hacer un trato, si tu no sales de casa por la noche yo te iré a visitar.
-De verdad...- los ojos del pequeño brillaban con fuerza-...Pero... Por qué no puedo verte de día, así estaríamos más tiempo juntos.
Nero se empezaba a dar cuenta de que aquel niño estaba creciendo y que tarde o temprano sabría la verdad, pero por ahora sería mejor evadirla. En tal caso dentro de poco tendría que desaparecer de su vida.

viernes, 8 de abril de 2011

El renunciar de alas plateadas


-Arcel, espera...



-Olvídame, no quiero saber mas nada sobre el tema, no voy a ayudar a ninguno de los bandos.



-No puedes irte así como así, es que no vas a luchar por el paraíso.



-Por dios Anael, mira a tu alrededor te crees que esto es el paraíso, esta es tu visión de él, esto no es el paraíso es el puto infierno.



-Por qué hablas así, Arcel no te reconozco.



-Que por qué hablo así, que por qué... Mira estamos divididos en jerarquías que nos dictan lo que somos y lo que debemos hacer, en cualquiera de los casos nadie tiene el derecho a elegir como quiere que sea su vida. Eso es lo que no debería haber hecho ese tipo al que tu llamas padre, al que tu idolatras. Nadim, nunca debería haberlo hecho. Es más por mi que se pudra en una prisión de cristal. Tanto prometer que no íbamos ha ser iguales que las razas inferiores... Ha, las palabras se las llevo el viento.



Anael me miro con cara de mal augurio y me abofeteo.



-No vuelvas ha hablar así de padre, que quieres que te encierren con los rebeldes, zoquete.



Yo me di la vuelta y volví a retomar mi camino, sin mirar en ningún momento a lo que estaba dejando atrás. Anael nunca se había puesto tan seria, y aquella vez su mirada me llego al alma.



-Espera a donde vas.



-A lo que debería haber hecho hace tiempo.



-No puedes renunciar a ellas.



-A no pues mira como lo hago.



-Es que acaso quieres que te encierren, que te tomen por mala influencia...



-Te recuerdo que dentro de esa cárcel esta mi hermano, Anael y tu sabes tan bien como lo se yo, que el nunca hizo nada fuera de las normas. Así que te aconsejo que dejes de tocarme las narices, con el temita de la prisión.



Anael no volvió a emitir palabra, simplemente caminaba detrás de mi, llorando. Sus lágrimas caían por esas mejillas morenas y mojando aquel vestido blanco.

martes, 5 de abril de 2011

Si pudiera apagar ese interruptor, lo haría.

¿Quieres saber algo? Me fascinas, no se si es apego, predilección o afecto a ti, pero de una cosa estoy seguro, me fascinas. Cuando pienso que no puedes parecerte mas a lo que yo considero como mujer perfecta, me sorprendes, y cada día vas sumando aspecto por aspecto lo que a mi me gustaría ver en alguien muy cercano a mi. De verdad que me gustaría decirte que eres la única que haces dar un vuelco a mi corazón, pero no puedo porque no creo que esto sea amor, sino otra paradoja absurda en la que me encuentro perdido. Te aseguro que si me sintiera inexpugnable te diría lo mucho que te idolatro, pero como no creo en que no sea mas que el espejismo de una noche cálida, preferiría olvidarme de ti. Aunque visto lo visto voy a tener que aprender a convivir contigo mientras tu sigues sumando aspectos uno tras otro.

lunes, 28 de marzo de 2011

El encargo 4

Me fui al parque más cercano, que estaba a cinco kilómetros, me senté en aquel banco solitario y empecé a pensar que el que realmente estaba loco era yo. Me había vuelto hostil, una amenaza para la sociedad. Yo jamás he querido ser como el viejo, y ahora soy su vivo retrato. ¿De verdad que quería acatar aquellas ordenes? Sería mejor no hacerlo pero llegados a este punto, a mi ya me daba igual. ¿Sería verdad que me había vuelto egoísta y egocéntrico? Seguramente lo era, pero yo no conseguía darme cuenta. ¿Sería verdad que lloraba en sueños? Posiblemente, eso explicaría los sudores, y aquella almohada empapada al despertar. Así que yo era eso y mucho más. Víctor tenía razón. He cambiado. Después de llegar a la conclusión de que culpar a Víctor, o incluso al viejo, sería algo cobarde por mi parte, y comprender que el que tenía razón era Víctor; y que yo sería el que tendría que mirarse al espejo; comenzó a llover. Bajo la lluvia, caminando con parsimonia, soledad, desden y trizteza, estaba yo. Con la cabeza agacha observando como mis pies reptadores, golpeaban a una insignificante piedra que había encontrado en el camino. Regresaba hacia la casa. Aquella casa silenciosa y tenebrosa , que me absorbía como el papel al agua.

domingo, 27 de marzo de 2011

El encargo 3

Después de un largo e intenso periodo de tiempo, en el que lo único que interrumpía el silencio era el bombeo de nuestros corazones y el corte de la verdura que Víctor tenia en las manos, paro, soltó el cuchillo, se limpio las manos en su delantal y me miro fríamente.


-¿Qué? Acaso tengo monos en la cara.


-Algún día te arrepentirás, Rene, y entonces la realidad te explotara en la cara.


-Es que hay algunos que no tenemos tanta suerte como otros.-le dije mirándolo despotamente.


Él se miro de arriba ha abajo y se quedo mirando sus piernas inválidas, mientras sus ojos se le llenaban de rabia.


-Y tú crees que esto es suerte. Mírame no puedo andar, no puedo sentir el frió suelo bajo mis pies, ni si quiera lo que sientes tu al caminar, al tocar algo solido. Tú no sabes lo duro que es estar aquí sentado y no poder mover el culo de esta puta silla. Ya no se los años que llevo aquí sentado, pero te aseguro que si pudiera caminar me abría escapado desde el primer momento.-dijo con rabia enérgica.


-Sabes lo que te digo, que prefiero tener una vida que una bala en la cabeza.


-No es por tirártelo en cara pero ¿qué vida?. Has perdido un ojo por nada.


-Pero se puede saber que te pasa.


-Que te has vuelto como el viejo, igual de déspota y cruel. Cuando yo te conocí no eras así, eras honrado, tímido y un gran tío.


-Eso no es así y tu lo sabes.


-No, no lo sé...


Cada uno respondía con una rabia contenida, como si el dolor de todos estos años hubiese estallado como una granada a los diez segundos de activarla.


-Víctor, no me jodas. -Déjame acabar. No se por que no intentastes escapar desde la primera vez, ni los motivos que te impulsan a quedarte y a cometer tantas barbaridades; no se que pretendes con esos actos, pero que sepas que así no vas a llegar a santo y por último, no se por que no buscas un trabajo que te llene más que esta mierda y que te haga sentir limpio de todo remordimiento.


-Y tú por qué no- le dije bajándome del poyo y poniendo la cara a la altura de la de Víctor. -Porque yo no lloro todas las noches de remordimiento.- dijo intentando zanjar el asunto, con voz que simulaba pena.


-Te has vuelto loco o es que te caíste de la cuna al nacer.


-Te recuerdo que dormimos en la misma estancia. Y creo que lo haces en sueños, no paras de llorar, gritar y pedir clemencia. Y la historia que más se repite es la de aquella vez.


Por mi cuenta, yo ya no podía escuchar más, ahora si que me había tocado fondo, así que sin inmutar palabra me largue a dar un paseo por algún lugar mas relajado que aquel sitio lleno de frustraciones y tensiones.